La mayoría oficialista del Senado suscribió ayer el dictamen a favor del proyecto oficial de reforma política con lo que habilitó para tratar el tema el 2 de diciembre, después que legisladores de la oposición se retiraron del debate por considerar que el kirchnerismo quería sacar la nueva ley sin el consenso del resto de los partidos políticos.
Los senadores opositores reclamaron más tiempo para discutir la iniciativa, pero el titular del bloque K, Miguel Pichetto, rechazó la propuesta en función de que hay "muy poco margen de tiempo para que se trate" el tema, pese a la prórroga de las sesiones ordinarias hasta el 10 de diciembre, decidida por el gobierno nacional.
El titular del Comité nacional del radicalismo, Gerardo Morales afirmó que su partido no "acepta" que se trate "una reforma electoral sin consenso" y propuso establecer una nueva agenda de trabajo para lograr una ley "cualitativamente mejor", "a más tardar en abril".
"No estamos de acuerdo con el avance sin la consideración de la necesidad de construir consensos tal como lo exige la Constitución Nacional", advirtió.
El debate, antes de ser interrumpido por el retiro de la oposición, fue protagonizado por oficialistas y opositores de las comisiones de Asuntos Constitucionales, de Justicia y de Presupuesto y Hacienda durante una reunión conjunta realizada en el Salón Arturo Illia.
El kirchnerismo había propuesto agotar ayer la discusión del proyecto con la presencia del secretario de la Gestión Pública, Juan Manuel Abal Medina y el director nacional electoral Alejandro Tullio a quienes más tarde se agregaría el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien finalmente no concurrió ante la ausencia de la oposición.
Pichetto replicó que "el escenario del año que viene es un escenario de fragmentación" y sancionarla "va a ser muy difícil", por lo que reivindicó el interés del oficialismo de sancionarla antes de la renovación del Parlamento del 10 de diciembre. "Lo que pasa es que hay un escenario de crispación, de conflicto, construido en otros espacios que no son los del Congreso", agregó el senador rionegrino.
El titular de Asuntos Constitucionales, Nicolás Fernández, insistió durante la reunión en tratar de convencer a la oposición que "nosotros no estamos imponiendo una agenda" sino que "queremos terminar con un debate que esta abierto en la Argentina desde hace mas de 25 años".
El senador socialista Rubén Giustiniani se sumó a la protesta radical indicando que "creo que el gobierno equivoca el camino con este tratamiento. No es razonable" y aseguró que "esta ley nace muerta porque no tiene consenso". (DyN)