VILLA LA ANGOSTURA (AVLA).- En un extraño hecho que la misma policía investiga, desaparecieron tres FAL (Fusil Automático Liviano) de calibre 7,62 que se encontraban en la sala de armas de la Comisaría 28.
El comisario Nelson Andrés Ledesma, titular de la dependencia, confirmó el robo y destacó que no se puede precisar cuándo se produjo, aunque estima que habría sucedido entre mayo y septiembre.
"Hace un mes, en momentos de estar llevando a cabo un inventario de los bienes existentes de la comisaría, nos dimos cuenta que faltaban tres fusiles, no así las municiones ni los cargadores".
Agregó que en esa sala de armas también había una metralleta y otro fusil "pero eso no se lo llevaron".
Ledesma dijo a este diario que radicó la denuncia en la fiscalía local hace un mes, aunque recién ahora tomó trascendencia pública.
Además de la justicia, el hecho es investigado por la Dirección de Asuntos Internos de la Policía de Neuquén.
El comisario aseguró que "no son armas que se utilizan frecuentemente" y una de las hipótesis que se baraja es que hayan sido robadas para venderlas a cazadores furtivos. Tampoco se descarta que hubiera sido vendida "a delincuentes".
Según precisó, en la sala de armas de la comisaría hay un cofre con las armas de la unidad que está cerrado con un candado.
"La cerradura con candado tiene una única llave que está en manos de la jefatura. Pudo haber sido de dos formas: o utilizaron una copia similar o sacaron los tornillos de la cerradura, retiraron las armas y la volvieron a poner", detalló el comisario.
Asimismo, si bien la llave del candado quedaría en la oficina del jefe de la unidad, Ledesma comentó que cuando abandona la comisaría, tanto su oficina como la del segundo a cargo quedan cerradas con llave.
Al margen de la investigación de la fiscalía, Asuntos Internos de la Jefatura ya intervino y casi todo el personal de la unidad está bajo sospecha, admitió Ledesma.
Los fusiles robados tienen un altísimo poder de fuego, a tal punto que los utiliza el Ejército Argentino como arma de guerra.