SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El servicio de Pediatría del Hospital Zonal lleva meses trabajando al límite, con internación y guardias desbordadas, y los médicos no descartan iniciar medidas de fuerza si no hay respuestas inmediatas a la severa crisis que soporta el sector.
El equipo médico y técnico de Pediatría se reunirá hoy con el jefe del Departamento de Atención Médica (DAM), Guillermo Di Lisio, para reclamar la articulación de suplencias y reiterar la necesidad ampliación del plantel profesional.
Son conscientes de que las decisiones de fondo dependen del Ministerio de Salud provincial que hasta el momento no dio señales de respuestas rápidas ante los múltiples reclamos planteados.
El servicio cuenta con una sola médica terapista y diez pediatras que realizan hasta dos guardias semanales para cubrir la creciente demanda de atención. La jefa del sector, Diana Lasca explicó a "Río Negro" que desde mayo tienen permanentemente algún niño asistido con respirador, luchando entre la vida y la muerte, que obliga al responsable de la guardia a "desatender" al resto de la sala.
"Cuesta muchísimo conseguir terapista, porque suman dos residencias -pediatría y terapia intensiva- y tienen muy buenos sueldos en todo el país, con los salarios que paga Río Negro no consigo a nadie que quiera trabajar acá, aunque Bariloche sea el paraíso", confió Lasca.
Hasta ayer 20 de las 22 camas de internación estaban ocupadas y las dos plazas que quedaban libres estaban afectadas al proceso de aislamiento de dos pequeños pacientes con leucemia. Entre ellos había dos niños en respirador, uno con un cuadro "gravísimo".
"Desde agosto se arrastran estos niveles de internación, el aumento de la población de Bariloche hace que no dejemos de tener chicos graves nunca y si no se adecua el personal en poco tiempo más esto va a estallar", aseguró Lasca.
La limitación de atención que arrastra el servicio provoca enojo y quejas entre los padres y adultos responsables de los pacientes que no pocas veces descargan su impotencia sobre médicos y enfermeros. Tal el caso de un abuelo que semanas atrás rompió un vidrio y golpeó a una enfermera, enceguecido por la suposición de que su nieta no recibía toda la atención que necesitaba.
"En las últimas dos semanas hicimos eclosión: recibimos 5 pacientes sépticos, una niña prácticamente ahogada derivada de El Bolsón y cuatro chicos se complicaron y terminaron en respirador; no damos más y si le digo a los médicos que no van a poder tomarse licencia en verano no se que va a pasar" advirtió Lasca.