El Barcelona respondió a la presión con fútbol de categoría y logró virtualmente su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones al vencer hoy por 2-0 al Inter de Milán, que volvió a defraudar en una cita de alto nivel.

Cuando peor tenía las cosas, el equipo azulgrana dio lo mejor de sí mismo y se situó al frente del grupo F. Sólo podría quedar eliminado del torneo si pierde por 2-0 ante el Dinamo de Kiev en la última jornada.

En cambio, el Inter de Milán está obligado a ganar al Rubin Kazan ruso.

Los prolegómenos del partido estuvieron marcados por la clamorosa ovación del Camp Nou hacia Samuel Eto'o, que regresaba a su casa. Fue lo único que se llevó el camerunés de su primera visita a la que fue su casa durante los últimos cinco años. Eto'o fue un fantasma sobre el campo, anulado por el juego azulgrana.

El Barcelona arrancó sin Zlatan Ibrahimovic y Lionel Messi, ambos con lesiones musculares. Pero el equipo quiso demostrar desde el principio que no depende de tal o cual estrella, sino que su éxito está en el juego de conjunto. Lo demostró, y de qué manera, en una primera mitad imponente.

El Barcelona comenzó el castigo a los 10 minutos, gracias a una de las jugadas más viejas del mundo: saque de esquina, prolongación de cabeza y aparición de un central para marcar. Gerard Piqué fue el autor del tanto, en el que quedó en entredicho la supuesta categoría de la defensa de un equipo italiano.

A los 25 minutos, el local pintó una obra maestra para anotar su segundo gol. El balón corrió por todo el campo y los defensores del Inter se marearon de perseguir sombras. Todo culminó con una preciosa apertura de Xavi a la banda, un centro medido de Daniel Alves y un remate por sorpresa de Pedro llegando desde atrás. Uno de los goles más bonitos de la temporada.

El Inter de Milán parecía conformarse con su papel de privilegiado espectador, pues no varió mínimamente su propuesta inicial, tan conservadora.

El Barcelona lo dijo todo en los primeros 45 minutos, en los que ofreció un fútbol prodigioso. De paso, a Guardiola le alcanzó para reservar cosas para el "clásico" del domingo ante el Real Madrid, pues quizá para entonces recupere a Ibrahimovic y Messi.

DPA.