EL BOLSÓN (AEB).- El regreso del viaje de egresados que habían realizado a Las Grutas fue complicado para un grupo de estudiantes de El Bolsón y de El Hoyo.

Las razones no están todavía determinadas, pero entre 20 jóvenes que iban a bordo de una formación de Tren Patagónico se registraron casos de vómitos y desmayos. Incluso dos adolescentes debieron quedar hospitalizadas en Valcheta.

La experiencia de la intoxicación desconocida en plena meseta fue vivida por unos 20 chicos de los séptimos grados de las escuelas 270 de El Bolsón y 103 de Mallín Ahogado, 36 personas de la escuela 734 "Cóndor Andino" de El Hoyo, en la provincia del Chubut y alumnos de otro contingente de un colegio de Viedma. En total eran unos 100 pasajeros en el mismo vagón.

Cuando las delegaciones arribaron a Bariloche, un funcionario de Sefepa les informó que la descompostura obedecía "a la comida que habían repartido los profesores". Sin embargo, los chicos del pueblo chubutense desmintieron el rumor e insistieron en que ellos mismos habían colaborado en preparar los sándwiches para el viaje y en las mismas instalaciones del albergue en que habían elaborado comida durante toda la semana.

A diferencia de la versión citada, en la escuela apuntaban a una falla en el sistema de calefacción del tren.

El hecho ocurrió el viernes pasado, aunque recién trascendió ayer al retomarse las clases.

El convoy partió a las 8 y los afectados comenzaron a sentir "síntomas raros cerca de las 11, después de pasar Aguada de Guerra. Había mucho viento, un calor insoportable y faltaba el aire. Encima las ventanas estaban selladas y los ventiladores de techo no funcionaban", describió una jovencita que sufrió un desmayo y tuvo que ser asistida por los celadores.

Las dos menores más complicadas fueron trasladadas hasta el hospital de Valcheta, donde quedaron internadas al cuidado de un profesor hasta el día siguiente. A una de ellas, residente en El Bolsón, la fue a buscar su padre, en tanto que Sefepa dispuso una camioneta para el traslado de la otra hasta El Hoyo.

A criterio de Yamil Direne, titular de la firma ferroviaria, los casos de intoxicación "no están debidamente determinados" y desmintió la versión de una pérdida de monóxido de carbono. "Son sistemas eléctricos", dijo. Aclaró también que "las ventanas de la clase turista permanecen cerradas durante todo el invierno por las inclemencias climáticas y recién se abren en diciembre".