Veo a los niños que fueron invitados a un programa de televisión, a mayores y adultos, algunos de ellos profesionales de la educación. Sus rostros hablan del sufrimiento de tantos años de entrega a la tierra y al país, que se ha olvidado de ellos.

Un hombre se acordó de ellos, Marcelo Tinelli. El Estado, a través de los tiempos, no miró la periferia ni el interior del país.

Casos como éste se multiplican permanentemente en esta Argentina del grano, del petróleo y el ganado, de la tierra extensa y diversificada, que tiene todo.

Las caritas de la Argentina futura, sorprendidas y alegres como nunca en sus vidas.

Nuestro país, plagado de políticos y funcionarios en estos últimos 30 años de democracia, sólo han visto y realizado obras que los benefician a ellos y su entorno. Otros que sí han querido expandir sus sueños e ideales, pero la poderosa burocracia o el egoísmo insultante de funcionarios miopes cortaron esas aspiraciones. Y nuestros niños y adultos continúan en el olvido letal.

Qué pornográfico es el crecimiento económico de políticos y funcionarios en la Argentina, avergonzada de tener personajes culpables de tanta desigualdad.

Los medios de comunicación realizan denuncias de situaciones similares, son la mano señaladora y acusadora ante la sociedad toda de las inacciones de aquellos que se han comprometido ante Dios y los Santos Evangelios de cumplir con sus promesas.

¡Pero todo sigue igual!: libres, desvergonzados y millonarios, los funcionarios. Y nuestros ciudadanos, desprotegidos, desnutridos, sin servicios ni coberturas.

Escuelas sin los servicios básicos, los docentes sin elementos esenciales, desarraigados y olvidados. ¡Ésta es la Argentina democrática! la del dolor, la desigualdad, la discriminación, el miedo, la muerte, etc. ¿dónde están los defensores de los derechos humanos? ¿No tienen información, no saben lo que ocurre en el territorio de la República Argentina?

Se critica mucho a Tinelli, ¡pero qué van a decirle al mundo ahora con esta denuncia que se atreve a realizar!

Los niños de Salta, los habitantes de Misiones, sin calzados, sin viviendas, sin cobertura de ninguna naturaleza, mujeres de 20 con sus sueños perdidos, ya entregados a su triste y sombrío destino.

Un funcionario misionero, candidato a la reelección de intendente, les envió un trozo de hueso con carne, que colgaban de un palo porque no tienen ningún servicio, menos heladera.

Se ríen de la gente, de los ciudadanos carentes y sufridos, ¡qué tremendo es lo que está ocurriendo en éste, mi país! El poder político se ríe, ofende, destruye, es por ello que son actos pornográficos hacia la sociedad argentina.

Les agradezco desde mi humilde lugar a los Tinellis, Gelblung y muchos periodistas que sí hoy se están animando a realizar estas denuncias.

Quiero una nueva generación de políticos que sí se comprometan con la realidad y la gente, que sus luchas sean en bienestar del común, de los niños de Salta, Jujuy, Formosa, Misiones y de todo el país. Que entren con un capital y salgan como lo hizo Raúl R. Alfonsín, Illia, Belgrano y tantos otros que son los íconos de nuestro vilipendiado y amado país.

Para que un programa de televisión se ocupe de lo que debe, y no cumplir la función del Estado.

Mi utopía es ver niños contentos en sus escuelas, estudiando, preparándose para ser los hombres del futuro, los funcionarios honestos, creadores y eficaces, comprometidos con su gente, los argentinos todos.

Así quiero a los niños de mi país.

Miguel Ángel Henríquez, DNI 10.868.858

Neuquén