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	La víctima sufrió abundante pérdida de sangre. El ataque fue a la madrugada y murió a las 15.

NEUQUÉN (AN).- El domingo a la noche, Pedro Romo (62) fue con su esposa a un supermercado neuquino. Hizo las compras, pagó en efectivo con lo último que le quedaba y recibió como vuelto 75 centavos. Después se dirigió a su empleo como sereno de la planta del EPAS ubicada en el balneario Río Grande.

A la madrugada, por lo menos dos personas ingresaron a la planta y lo atacaron a golpes en la cabeza con una barreta de hierro torsionado. Lo único que se llevaron fue la billetera con los 75 centavos. A las 3 de la tarde, Romo murió.

El salvaje homicidio está siendo investigado por la justicia con la colaboración del personal de Homicidios y de la comisaría Segunda.

Todavía no se conoce con precisión la hora del asesinato, que fue descubierto por otro empleado del EPAS que arribó a las 5:30 de ayer para realizar el reemplazo.

"Como (Romo) no salió, entré por la puerta que está pegada al portón. Por debajo de la puerta de la oficina de la guardia observé que salía sangre; no pude ingresar porque estaba cerrada así que miré por la ventana y vi más charcos de sangre y todo. Entonces fui a buscar a los policías de la comisaría Segunda", relató Bravo, un operario que lleva 19 años en el organismo y no recuerda ningún hecho de este tipo.

De acuerdo con la reconstrucción realizada por los pesquisas, el o los atacantes ingresaron por un costado de la plata que se ubica en calle Río Negro al fondo, donde se ubica el balneario Río Grande.

Una vez superado el pequeño paredón de dos metros, habrían sorprendido al operario de 62 años al que con una barreta de hierro le pegaron en la cabeza.

El golpe generó una herida de importantes dimensiones y un abundante sangrado. No fue el único: los agresores, por lo menos dos, le dieron muchos más, casi todos en la cabeza.

Luego los sujetos le quitaron la billetera en la que estaban los 75 centavos y dos tarjetas del Banco Provincia de Neuquén. También violentaron cuatro de los seis casilleros metálicos sin llevarse nada. Huyeron dejando la puerta de acceso cerrada.

Se cree que la víctima tuvo fuerzas para arrastrarse hasta el baño y allí se desmayó. En el hospital hicieron esfuerzos para salvarle la vida pero hacia las 15 murió.

Hasta anoche los investigadores no contaban con demasiadas pistas. Hoy se realizará la autopsia en el cuerpo de la víctima para establecer con precisión las causas de la muerte, mientras avanza el análisis de laboratorio de todos los elementos recuperados en la habitación donde ocurrió el asesinato.