El tratamiento del proyecto en el Senado quedó asegurado ayer a última hora, cuando las dos últimas senadoras demócratas renuentes, Mary Landrieu de Luisiana y Blanche Lincoln de Arkansas, anunciaron que votarían a favor de mandar el proyecto a debate en el pleno. Sin embargo, ambas aclararon que no comprometían su voto final para aprobar el proyecto.
Según el proyecto de ley de Reid, casi todos los habitantes estarían obligados a comprar seguros médicos y se cobrarían miles de millones de dólares en nuevos impuestos a las aseguradoras y a los estadounidenses de mayores ingresos para ayudar a ampliar la cobertura a los 30 millones de personas no aseguradas. Además, las compañías de seguros ya no le podrán negar sus servicios a las personas con ciertos problemas médicos ni abandonar a sus clientes cuando se enferman. La votación en el senado surge dos semanas después de que la Cámara de Representantes aprobara su propia iniciativa de ley para la reforma con 220 votos a favor y 215 en contra.
Después del receso de Acción de Gracias, se iniciará el debate con posibles enmiendas para tratar de conseguir la mayoría de los votos.
Los líderes del Senado esperan tener una iniciativa final antes de que termine el año. Si eso sucede, se podrían unificar las versiones de ambas cámaras para que Obama finalmente tenga un proyecto listo para promulgar.