Transcribimos: "Más de 43.000 miembros del servicio -dos tercios pertenecientes al ejército o a su reserva- fueron clasificados como ´no desplegables´ por razones médicas tres meses antes de ser despachados a Irak", según un análisis del Centro de Vigilancia de Salud de las Fuerzas Armadas". "Casi 20% de los miembros del servicio militar que regresaron de Irak y Afganistán -300.000 en total- reporta síntomas de estrés postraumático o depresión severa, pero apenas poco más de la mitad han recibido tratamiento", informó la Corporación RAND"
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha invertido 3,7 millones de dólares en el financiamiento de un programa para que la compañía teatral independiente "Theater of War" conduzca en 50 establecimientos castrenses del país sesiones de lectura y comentario por actores conocidos de dos piezas escritas por un gran dramaturgo griego hace 2500 años. Obras de Sófocles (496-406 a.C), "Áyax" y "Filoctetes" (1) son parte de las siete tragedias que se conservan de este autor y tienen como argumento agudos conflictos emocionales de dos héroes griegos que intervinieron en la guerra de Troya. En su momento histórico, estas piezas tuvieron como espectadores en las gradas populares a miles de ciudadanos helénicos que habían sido soldados. El propio Sófocles fue general (al mismo tiempo que Pericles) en las guerras con los persas que duraron décadas.
Aunque el programa de lecturas es anterior (ya lleva cuatro presentaciones en bases militares) y por lo tanto no es consecuencia de la reciente masacre fratricida de Fort Hood en Texas, sino del problema militar permanente de personal con estigmas psíquicos postraumáticos -un drama que pudo arrancar de guerras como las de Vietnam o el Golfo o alguna de las actuales sostenidas por la nación norteamericana- este gravísimo episodio ha sido citado por la prensa como un correlato sugestivo del proyecto que el Pentágono tiene en marcha. Lo que ocurrió con el tremendo (y aún no del todo esclarecido) ataque del mayor psiquiatra Nidal Hasan que resultó en la muerte de 13 camaradas y más de 30 heridos en su propio cuartel militar, ha sido relacionado "sotto voce" con aquellas experiencias humanas que inmortalizó el poeta ateniense. Hay ecos de la matanza de Fort Hood especialmente en la historia de la locura de Áyax. Las preguntas que les surgen a soldados y familiares a partir de las obras teatrales tienen como fondo si la guerra condiciona fatalmente a algunos militares a cometer posteriormente actos de maldad extrema.
Las motivaciones del programa han sido comentadas en "The New York Times" por profesionales militares, teatrales y universitarios. El actor principal, un nominado por la Academia cinematográfica por el filme "Good Night and Good Luck", resalta que estas obras son parte de una historia de 2500 años de sufrimiento emocional de soldados que llega hasta el presente. Se trata, dice un médico, de profundizar en la exploración del impacto psíquico de las guerras en el personal que ha integrado una tropa de combate. Bryan Doerries, escritor y director del "Theater of War", aclara que las sesiones no tienen propósitos de psicoterapia sino que forman parte de un servicio público de salud para ayudar a los afectados y sus familias a superar heridas psicológicas, mostrándoles cómo algunos de los héroes más bravos también sufrieron en sus mentes nefastas consecuencias de las batallas. Un psiquiatra asume que las representaciones ayudan a veteranos a reducir estigmas y aceptar tratamientos especializados. Finalmente, el responsable del programa declara: "Presentando estas piezas tenemos esperanza de que soldados norteamericanos de ahora puedan apreciar sus dificultades en un contexto histórico más amplio y quizá sentirse menos solos".
(1) "Áyax" fue presentada por Sófocles en el 456 a.C. El héroe, considerado el más bravo después de Aquiles, era un fortachón invencible cubierto con siete pieles de buey. Muerto Aquiles, los jefes decidieron honrar al soldado más destacado con la herencia del escudo del caudillo y eligieron, en lugar de Áyax que lo merecía y esperaba, a su contrincante Ulises. El desairado se enfurece y decide vengarse asesinando a los responsables. Pero cuando se dispone a hacerlo la diosa Atenea, amiga de Ulises, le trastorna la mente de suerte que, en lugar de caer sobre los generales, se encarniza con los ganados creyendo ver a sus ofensores. Al recobrar la lucidez y comprobar que había sido víctima de una burla divina por propias culpas de soberbia ("hübris", el mayor de los pecados para los dioses), decide suicidarse y así lo hace con su espada.
"Filoctetes", del 409 a.C., tiene como personaje central al guerrero de ese nombre que era poseedor de un arco prodigioso, regalo de Heracles. El arma y el héroe eran, según los auspicios, presencias imprescindibles para hacer caer a Troya. Pero Filoctetes, retirado del combate y enemistado a muerte con Ulises, se niega a toda gestión de retorno. Acumula diez años de sufrimiento físico y odio profundo contra sus comandantes y camaradas de guerra. Pero al final es convencido por argumentos inteligentes y entra en razón. Al fin, se alzará con la gloria en la conquista de Troya.
(*) Doctor en Filosofía