Domingo 22 de Noviembre de 2009 Edicion impresa pag. 35 > Sociedad
Volovelistas de todo el mundo en Chos Malal
Participan del XIII Encuentro de Vuelo a Vela en Onda de Montaña. Combinan la práctica de este deporte con los espectaculares escenarios naturales de la ciudad.

CHOS MALAL (ACHM).- Pilotos de distintas partes del país y del mundo se congregaron una vez más en Chos Malal para participar en esta oportunidad del XIII Encuentro de Vuelo a Vela en Onda de Montaña, donde se combinan las bondades que ofrece la naturaleza para la práctica de este deporte con la aventura, la destreza y paisajes espectaculares que siempre se transforman en una invitación para volver.

Chos Malal y la región es calificada por el mundo volovelístico como "un lugar único en el mundo".

Desde el 14 de noviembre y hasta el 8 de diciembre próximos, los volovelistas aprovecharán para la práctica de la apasionante aventura de surcar el cielo y encontrarse con el fascinante paisaje que ofrece la Cordillera del Viento.

Horacio "Cholo" Miranda y Agustín Casas son los principales impulsores del evento, infaltables todos los años y los que organizan para que otros pilotos vengan a conocer la zona norte de la provincia "un lugar privilegiado para la práctica del vuelo a vela".

Hay 25 volovelistas en esta ciudad, entre ellos de Cutral Co, Neuquén, Río Negro, de Rosario (Santa Fe), Catamarca, Mendoza y de la provincia de Buenos Aires, pero también llegaron de Francia, Islas Canarias y Brasil, muchos de ellos para realizar vuelos de adaptación.

La misma incluye la operación del aeródromo, el vuelo en montaña, el acceso a la onda y el vuelo a gran altura.

Punto de encuentro

El Aeródromo Oscar Reguera es el punto de encuentro y logística, base fundamental para la práctica de la actividad.

Para esta temporada se trajeron cuatro planeadores biplaza y cuatro monoplaza, además del remolcador que es esta oportunidad vino proveniente de San Martín (Mendoza).

Los planeadores son remolcados por una avioneta hasta cierta altura, hasta que encuentran una onda ascendente, son soltados por la avioneta y empieza la pericia de los pilotos que aprovechan las condiciones naturales que ofrece el lugar para ascender, desplazarse y mantenerse en el aire por horas.

Volar obteniendo energía solo de las fuerzas naturales de la atmósfera es la esencia del vuelo a vela.

La Cordillera del Viento, es un macizo de unos 80 kilómetros de largo, con alturas promedio de 2.800 metros, finalizando en el extremo norte con 4.709 metros de altitud en el Domuyo, el denominado "Techo de la Patagonia".

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