NEUQUÉN (AN).- El viernes al mediodía, una mujer de 19 años madre de un bebé y de un nene de dos fue golpeada hasta quedar inconsciente por su pareja, que llegó acompañada de su padre. El sujeto, enfurecido, prendió fuego la casilla en la que ella vivía con los chiquitos y se fue. La muchacha escapó y aconsejada por sus vecinas del barrio Los Hornitos -una toma de la zona oeste de Neuquén- denunció al padre de sus hijos en la Dirección de Perspectiva de Género e Igualdad de Oportunidades.

Ella pudo haber muerto y hubiera sido noticia.

Sí llegó a la tapa de este diario, Marina Arriagada, de 23 años y madre desde los 15, ultimada de a puñaladas por su ex pareja y delante de sus tres hijos en Los Catutos, un reseco paraje de la zona centro de Neuquén. El crimen fue el jueves, y el viernes con trazos gruesos de supo algo de la vida de Marina. La mató por los celos, dijo la Policía.

En Argentina, cada dos días, una mujer muere asesinada víctima de violencia familiar o violencia doméstica o violencia machista. Y una cada tres mujeres sufre violencia familiar en Neuquén, revela la dirección municipal.

Acaso la definición violencia machista -utilizada, por ejemplo, por los medios de prensa españoles- es más preciso para definir al flagelo, que no sabe de clases sociales ni de calidad de vida de los países, del primer o del tercer mundo.

"En las clases altas, está tal vez más oculto que en las clases bajas", afirmó la vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Elena Higthon de Nolasco en una conferencia para periodistas en el Centro de Información de las Naciones Unidas (CINU) de Buenos Aires.

La ministra de la Corte evaluó también las noticias y tras explicar que la muerte es generalmente la consecuencia de una larga tortura, razonó que "una costilla rota no alcanza para ser noticia". Es verdad.

"Creo que hemos avanzado notablemente en lo que hace a la difusión de la problemática y el tema está cada vez más instalado. Lo grave es que las mujeres que se animan a denunciar no tienen dónde hacerlo. En las comisarías no están preparados para atender a una mujer que llega a hacer la denuncia, con todo lo que significa esa decisión, y el ministerio de Desarrollo Social ha desmantelado los centros de atención que tenía", afirmó la politóloga Valeria Amstein, directora de Perspectiva de Género e Igualdad de Oportunidad de la municipalidad de Neuquén.

Amstein fue quien el viernes atendió a la sobreviviente de Los Hornitos. La contuvieron y asesoraron y luego la acompañaron al juzgado de Familia.

"Vamos a pedir la prisión preventiva por intento de homicidio", explicó Amstein.

El asesoramiento es clave y también el contenido de la denuncia pues la causa podría haber sido por lesiones. Y sin presión sobre el agresor, el próximo ataque puede resultar letal. Es que los hombres violentos se sienten con derecho a hacer lo que hacen y una denuncia por parte de la mujer suele reactivar la perversidad del sujeto.

"Nos quejamos por las falencias que se producen en la comisarías donde no están preparados para atender a las víctimas pero muchas veces los jueces penales, acostumbrados a ver de todo, no saben cómo atender los casos de violencia doméstica", apuntó la jueza Higthon de Nolasco.

Durante la conferencia además se desmenuzó la acción de muchos medios de prensa que, por ejemplo, están obstinados en definir a los asesinatos como "crímenes pasionales". "La pasión no mata, el amor no mata, matan los asesinos. Estar borracho o drogado no es un atenuante, es un agravante", afirmó Soledad García Muñoz, coordinadora de la Oficina regional para Sudamérica del Instituto Interamericano de Derechos Humanos.

Los medios de comunicación son clave para analizar el flagelo. Es que los estadísticas que indican que una mujer es asesinada cada dos días en la Argentina surge, precisamente, de un monitoreo de todos los diarios y publicaciones que es realizada por una organización no gubernamental.

En nuestro país el 11 de marzo se dio un paso importante. Se sancionó la ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que se desarrollan sus relaciones interpersonales. Ahora, se trabaja en la reglamentación de la norma.

"En Neuquén tenemos una ley muy buena, que es la 2212, pero no se cumple al no haber centros de atención y al no contar con personal especializado. Podés tener suerte y encontrarte con un policía piola o ir a un centro de salud y que haya alguien capaz y con ganas, puede pasar... pero no es seguro", admitió Amstein.

Para hacer una denuncia se puede concurrir a:

• una comisaría o destacamento policial
• juzgado de Familia, Roca 460, teléfono 4473968, Neuquén
• Juzgados de Paz
• Fiscalía General, Sargento Cabral 335 teléfonos 4478789, Neuquén

Para obtener orientación y asistencia psicológica se puede acudir a:

• Servicio de Violencia Familiar, Teniente Ibáñez 524, teléfono 4424282
• Centro de Salud del barrio Progreso, Arabarco y Paranacito, teléfono 4430521.
• Centros de salud de los barrios: en cada uno de ellos hay psicólogas y asistentes sociales capacitados para asistir a las vícti- mas.

La ley provincial 2212 establece todos los mecanismos de protección para las víctimas de violencia familiar en Neuquén.

RODOLFO CHÁVEZ
rchavez@rionegro.com.ar