Los regímenes totalitarios no permiten el disenso, la oposición ni una manera diferente de pensar. Sólo hay una idea, un objetivo y un propósito. Ninguno busca el mal de los habitantes ni la incomodidad de ellos. Sólo bondades, darles todo por nada.

Para eso se han capacitado en las calles, en los talleres, en las aulas, en cualquier sucucho en que hubiera una tarima, algo que los elevara. Y allá fueron, arengando a los oyentes con frases rimbombantes y llenas de flores. Proyectos risibles, digo increíbles, donde el habitante de esos lugares sólo se molestaría en ir a cobrar. Entonces vemos que sucede y ha sucedido siempre con las ideas geniales de personas; es que estaban en oferta y así nos fue. Nos refundieron. Como no les gusta confesar su ignorancia, comienzan a "tapar goteras". No permiten discusiones, negativas y/u oposiciones. Es su capricho. Pero se levantan voces de diferentes lugares. Antes era fácil, un periódico o radio se cerraba y listo. Hoy hay miles de páginas en internet que dan a conocer su posición. Señores, ¡se acabaron las listas negras!

Pedro R Scott, DNI 92.641.388

Rosario