NEUQUÉN (AN) - El radicalismo neuquino les puso ayer límites a las alianzas que los dirigentes de cada ciudad tejen de cara a las elecciones de 2011. La decisión está dirigida al corazón de la coalición que gobierna la capital provincial de la mano de Martín Farizano.

"El esfuerzo de los órganos partidarios debe estar orientado a lograr la coherencia de los candidatos que ofrezca la UCR, tanto en el orden nacional, provincial y municipal que compatibilicen la doctrina, el plan de gobierno y la acción", dice el documento que ayer aprobó la Convención del radicalismo neuquino.

El debate, que se realizó en el local del Comité Provincia, fue conducido por el presidente de la Convención, Néstor Burgos, pero también estuvo presente el titular del partido, Eduardo Benítez.

Entre las atribuciones de la Convención "se encuentra la de promover la doctrina partidaria, elaborar la plataforma electoral y aprobar las alianzas", señalaron en el documento.

De pie de cara al 2011

"Tanto el partido como nuestros candidatos deben dar la certeza de pretender construir propuestas y alianzas firmes que resistan desde decisiones menores del gobierno hasta la definición de las políticas de Estado", se lee en el escrito aprobado ayer, que lleva como título "La UCR, un partido de pie de cara al 2011".

No hacía falta ponerle nombre y apellido al destinatario del pronunciamiento porque es Farizano el que está aliado al PJ, Une, Frente Grande, PI y Libres del Sur.

La decisión del órgano partidario neuquino lleva el sello de Horacio Quiroga, el diputado nacional electo que volverá a pelear por la gobernación en 2011.

De hecho, luego de la reunión, de la que participó, dijo que "dentro de las alianzas que tendremos que hacer con otras fuerzas políticas debemos fijar límites porque debemos ser creíbles para la sociedad. El radicalismo no tiene nada que ver con el patoterismo ni con la burocracia sindical ni con aquellos que hacen un culto del corte de rutas y calles".