En partidos en los que se juega mucho, como el disputado hoy en el Estadio Nacional de Quilmes, no adquiere tanta importancia la parte técnica o táctica; sí, la anímica. Y el seleccionado nacional fue más fuerte que los europeos en ese aspecto y logró dar vuelta un partido que parecía perdido después de que Jerome Dekeyser, con un desvío alto, pusiera el 3-1 parcial a los 13 minutos del segundo tiempo. Pero el equipo de Pablo Lombi no se entregó, dejó todo en cada pelota dividida y sobrevivió.
Una derrota lo dejaba afuera del máximo nivel competitivo del hockey mundial por lo menos por tres años más y eso hubiera sido muy grave.
Sin embargo, la actitud de todos los jugadores albicelestes pudo más que la frialdad de los belgas y en los últimos 20 minutos Argentina logró lo que parecía imposible: marcó tres goles y en el final hasta pudo haber anotado alguno más.
El inicio fue negro para el representativo nacional, que no encontraba los caminos hacia el arco belga. Para colmo, llegando al primer cuarto de hora, una buena salida por izquierda de Xavier Reckinger con un pase largo cruzado derivó en el primer gol del partido marcado por Cecric Charlier tras capturar un rebote.
Argentina se descontroló, abundaron los intentos individuales y el equipo perdió incluso el orden defensivo que había mostrado a lo largo del torneo. Y en una réplica similar Bélgica anotó el segundo, esta vez a través de Jeffrey Thys.
El descuento de Pedro Ibarra, logrado a través de un corner corto a poco de iniciada la parte complementaria, ilusionó a la buena cantidad de espectadores que se dio cita en el sur del Gran Buenos Aires. Pero el gol de Dekeyser pareció cerrar el partido.
Parecía que el futuro del hockey masculino argentino tambaleaba, pero ahí surgió la garra de estos jugadores que lograron revertir la situación. Primero a través de un penal marcado por Pedro Ibarra, el goleador del torneo. Y unos minutos más tarde llegó el empate de Lucas Vila y el golazo de Mario Almada que desataron la locura en Quilmes.
Argentina volvía a una cita internacional de primer nivel, el hockey masculino seguía vivo. Además de ganar la clasificación, el seleccionado argentino obtuvo el premio Fair Play, a la mejor conducta y Pedro Ibarra recibió el premio al goleador del torneo. El belga Félix Denayer fue elegido como el mejor jugador del torneo, mientras que Filip Neusser, de República Checa, recibió el premio al mejor arquero.
DyN.