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Una obligación del Estado | ||
"Quien ante mí se presentó se comporta, expresa, luce, piensa y proyecta su vida de una manera consiente, segura y reflexiva como una mujer que se identifica como Tamara Palomo". Así la describió el juez Dumrauf en un párrafo de su fallo, en el que declara como una "obligación del Estado" reconocer la "verdadera" identidad sexual de una persona, "obligación de la que no puede desentenderse pretextando la inexistencia de una norma expresa positiva en el ámbito interno". "No corresponde en este caso ni en ningún otro a los jueces pronunciarse ´autorizando´ o ´desautorizando´ un cambio de identidad sexual, como tampoco corresponde ´asignar´ o ´reasignar´ un sexo a una persona. La identidad sexual simplemente existe (?) Se va conformando a partir de la realidad biológica y genética, pero también a través de la realidad histórica, modelada por el ejercicio del derecho a la propia autodeterminación que asiste a cada persona humana en uso de su libertad", sentenció el magistrado. "Ha quedado demostrado que H. O. P. (las iniciales del viejo nombre de Tamara) en verdad ya no existe más que para un pequeño librito de tapas verdes que es un desactualizado DNI. Como tal, esa identidad oportunamente reconocida, resulta vetusta con arreglo a los fines que justifican su esencia. No es útil ni al Estado como forma de organización social, ni a la persona a quien debe servir principalmente, para garantizar el efectivo goce de sus derechos, y como una herramienta de realización y autoafirmación personal", afirmó. | ||
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