La historia fue variando con el paso del tiempo y pasando desde la sorpresa a la confusión, de las contradicciones de lo imposible a algo netamente real y tangible. De un clima negativo y plagado de dudas a la certeza de un sueño realizado. De todo pasó en el camino de José María López a la F1.
"Llegamos a un acuerdo verbal, siempre y cuando se cumpla el compromiso económico. Ellos me hicieron entender que me quieren en el equipo y mis intenciones son las mismas", comentó el cordobés.
"Me comentaron que soy el piloto que buscaban, que mi perfil encaja con su proyecto, que por mi experiencia soy el indicado", agregó.
"Pechito" señaló que "sólo pienso en hacer bien mi trabajo arriba del auto. Las primeras pruebas serán para conocerlo y adaptarme. Después veremos".
Reconoció que "vengo de tres años de manejar autos de turismo, habrá un período de adaptación, pero no le tengo miedo".
"Este viaje sirvió para conocer las instalaciones del equipo, porque hasta ahora habíamos tenido contacto sólo por teléfono. Y nos sirvió para ver cómo se está planificando la escudería, cómo están trabajando y cómo se encara este proyecto de un equipo nuevo", comentó el cordobés.
"El equipo comienza de cero. La fábrica, los autos, la ingeniería. Pero como todo emprendimiento americano es muy prolijo", agregó López.
Los aciertos, los errores, las diferencias de dinero, los sponsors caídos, las ayudas y todo el enjambre de situaciones que le aportaron al tema un clima de expectativa constante quedarán atrás con "Pechito" adueñándose de una vez por todas de la codiciada butaca y poniéndole la firma a ese contrato que tanto susto causó.