NEUQUÉN (AN).- En la primera jornada del juicio por el homicidio del interno Darío "Patita" Zubía, en la Unidad Penal 9, habría quedado casi establecido que una punta de hierro de unos 30 centímetros de largo sería el arma homicida. De las cinco personas que declararon sólo el médico que realizó la autopsia aportó datos relevantes respecto a las causas del deceso.
El hecho ocurrió el 26 de julio de 2006 en el pabellón 7 de la cárcel federal, denominado "cachivache" por su peligrosidad, luego del conteo que realizan los celadores a las 22. Se estima que el incidente entre internos se habría producido a las 22:15.
Esa noche, por motivos que no están establecidos, el imputado Alejandro Berdugo (34) habría participado de una rencilla con Zubía. Además de golpes de puño el presunto homicida habría utilizado una punta que le enterró en el rostro perforándole el hueso del pómulo izquierdo y la faringe.
La lesión produjo una importante hemorragia que obturó las vías aéreas, inundadas de sangre, provocado la muerte por asfixia del interno después de los intentos que hicieron los profesionales del Hospital Regional Castro Rendón donde había sido trasladado de urgencia desde la enfermería del penal.
El forense que realizó la autopsia aseguró, ante preguntas del fiscal Rómulo Patti, que se trató de "una herida extraña provocada por una arma punzo cortante". Además en el cadáver de Zubía no se detectaron lesiones propias de un intento de defensa como marcas en los nudillos y antebrazos, aunque sí se pudo establecer rastros dejados por los médicos que intentaron rehabilitarlo haciéndole una traqueotomía.
Los dos celadores del penal citados en la jornada de ayer coincidieron en su relato al marcar que nada hacía prever en esa noche un enfrentamiento, y que tomaron conocimiento del hecho después de sentir gritos y un tumulto. "Cuando salimos de la celaduría estaba Zubía ensangrentado contra la reja por lo que se mandó al resto de los internos a sus celdas, retiramos a Zubía y lo llevamos a enfermería", recordó uno de los celadores.
Posteriormente se trasladó sancionado a Berdugo al pabellón 10 y se dejó incomunicado al resto de los internos por casi dos semanas. Dos detenidos que prestaron testimonio dijeron haberse enterado de lo sucedido por los medios de comunicación.