Irlanda clamó ayer indignada contra la eliminación injusta de su selección en el repechaje al Mundial de Sudáfrica 2010 y exigió la repetición del partido del miércoles ante Francia por la mano del delantero Thierry Henry.
La Federación Irlandesa de Fútbol (FAI), el cuerpo técnico, jugadores y ex jugadores, incluso el ministro de Justicia, pidieron que se revise el resultado del duelo en Saint Dennis, que terminó 1-1 después de que el francés William Gallas anotara el empate en la prórroga tras aprovechar un clamoroso control con la mano de Henry. La FAI ya pidió formalmente la repetición del partido a la FIFA.
"La decisión descaradamente incorrecta del árbitro de conceder el gol dañó la integridad del deporte y ahora apelamos a FIFA, como el órgano rector de nuestro deporte, para que este partido se vuelva a jugar", añadió. "La mano fue reconocida por el comisario de la FIFA, el observador arbitral y por el mismo jugador", continuó la FAI.
Lejos de arrepentirse, el propio Henry confesó tras el encuentro la falta. "Cuando me llega la pelota, yo estoy rodeado por dos irlandeses. La pelota rebota, me da en la mano, el árbitro no sanciona nada y yo sigo jugando. Pero sí, seguro que fue mano, pero yo no soy el árbitro", señaló el delantero.
Horacio Elizondo, ex árbitro argentino y actual instructor de FIFA, opinó que "Este árbitro (el sueco Martin Hansson) se viene preparando durante cuatro años para tener una posibilidad de dirigir el Mundial. En la jugada hay un error de posicionamiento muy grande. Tiene que estar leyendo cuál es la jugada que viene y cuál es la que puede venir. El árbitro no lee y queda en forma perpendicular y paralela a Henry en cuanto al cuerpo de Henry. El no lee antes, él tendrían que haber puesto unos 20 metros a la izquierda. Una jugada que no leyó, un movimiento que no hizo, un jugador que te toca la pelota con la mano y es gol".