Martes 17 de Noviembre de 2009 > Cultura y Espectaculos
En el MNBA Neuquén “LABERINTOS EN PATAGONIA”

Con la presentación de la muestra de Carlos Juárez en el Museo Nacional de Bellas Artes Neuquén, estamos asistiendo a un fenómeno masivo de participación de público y fundamentalmente de escuelas de la región en búsqueda de nuestra propia identidad. Esta muestra es la primera de una serie que tendrá por protagonistas a destacados artistas de nuestra región.

 

 

Carlos Juárez con su prolífera y extensa obra, su trayectoria plena de constante creación, experimentación y trabajo, su tarea docente y los premios y reconocimientos acreditados a lo largo de todos estos años, se ha convertido en uno de nuestros grandes exponentes de las artes plásticas.
Laberintos en Patagonia, tal el título de la exposición, es el producto de tres años de intensa labor en el desarrollo de una temática absolutamente propia e identificatoria de esta región del país.
Una búsqueda que penetra en los mitos, las leyendas y los orígenes de esta tierra única en el mundo, y que Juárez ha logrado amalgamar con su técnica y su conocimiento en una sinergia entre lo ancestral y lo moderno dotando de particular vitalidad a cada obra.

 

 

 

Cada cuadro, como si fuera un relato literario, narra el pasado desde el presente y viceversa, en un viaje de ida y vuelta a través del inconsciente colectivo de una tierra que aún permanece, en muchos parajes, inexplorada y misteriosa.
Afloran en sus obras vestigios de la Cueva de las Manos, huellas de las antiguas fábulas originarias, rastros de los primeros pobladores, ecos de lejanas batallas, pero también ráfagas de nuestros paisajes indómitos, ventosos, que curtieron el espíritu de los pioneros.
Laberintos para perderse en la búsqueda de nuestra identidad y que conducen, a quien llegue al Minotauro, a la respuesta que responde todas las preguntas.
No es casual esta cualidad narrativa en un artista que transitó la ilustración de obras literarias con gran estilo.
Hacia 1922, Jorge Luis Borges, plantado frente al paisaje desolado de la Patagonia, desgranó en uno de sus relatos menos conocidos, al menos cinco interpretaciones, casi metafísicas, acerca de lo que sus ojos aún podían ver, como si el escenario que todos los días vemos como una acostumbrada cotidianidad fuera en realidad un prisma de múltiples y fascinantes colores.
Hoy, Carlos Juárez, de pie frente al paisaje, vuelve a transitar con sus obras el camino iniciado por el anciano poeta cuando el siglo XX era recién una tímida promesa.


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Ana Zitti nos deslumbra con una experiencia artística plena de osadía y belleza.

 

Oscar Smoljan
Secretario de Cultura Municipalidad de Neuquén
Director Museo Nacional de Bellas Artes Neuquén

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