Una enorme fotografía del mexicano Antonio De Nigris, sus botines blancos, camisetas con el número 9, coronas de flores, un libro de condolencias y cientos de velas encendidas podían verse ayer en la Puerta 3 del estadio Alkazar de Larissa.

La repentina muerte del delantero provocó una verdadera conmoción. Cientos de hinchas del club de la primera división se acercaron al estadio del Larissa FC, sorprendidos por la noticia de su deceso.

El entrenador Marinos Ouzounidis destacó: "Ha sido un gran shock para todos nosotros. Un día muy difícil. Un hombre muy bueno nos ha abandonado". De Nigris falleció la madrugada de ayer, al parecer de un ataque cardíaco. La entidad anunciará la causa oficial de la muerte una vez efectuada la autopsia.