El presidente israelí Shimon Peres señaló anoche que "la Argentina abrió sus puerta a refugiados judíos y los judíos están eternamente agradecidos a la Argentina por eso".

En un acto desarrollado en el estadio Luna Park de Buenos Aires, Peres dijo que "nosotros los judíos tenemos respuestas para todas las preguntas, con excepción de una: ¿quien es judío?" Y manifestó que "si me pregunta quien es judío, es aquel que preserva que sus hijos continúen como judíos".

"Ustedes preservaron la identidad judía histórica y la actual y le agradezco al Dios de Israel que ustedes educaron a vuestros hijos para ser y continuar como judíos y preservar el idioma de ellos", completó el mandatario israelí.

Tras ser declarado ciudadano ilustre de Buenos Aires, Peres indicó que "en Jerusalem pago los impuestos y en Buenos Aires recolecto amor".

El acto en su apoyo contó con extrictas medidas de seguridad y ganizado por la colectividad judía de argentina, la más numerosa de América Latina.

Al referirse al mandatario venezolano, Hugo Chávez, con cuyo gobierno hubo roces por los fluidos contactos de Caracas con Teherán, dijo que "él (Chávez) dice que es muy influyente. ¿Pero dónde está su influencia? En el dinero". Ante unos 200 empresarios, muchos de ellos israelíes, dijo que respeta a Chávez y que "en algunas cosas estoy muy de acuerdo" con él. Al respecto dijo coincidir con Chávez en que "el ´jacuzzi´ es antisocialista". "Con el resto (de los temas) me parece que los judíos tenemos mejores líderes (que Chávez)", reflexionó.

Peres recordó los atentados a la AMIA y a la embajada de Israel en Buenos Aires, perpetrado en 1992, y abogó por vivir "en un mundo civilizado, en el que el hombre no sea responsable de matar a sus congéneres" sino que "extienda la mano para crear amistad".