Martes 17 de Noviembre de 2009 Edicion impresa pag. 45 > Cultura y Espectaculos
Nueva luna para los vampiros
La segunda entrega de la saga "Crepúsculo" apunta al triángulo amoroso.

LOS ÁNGELES (dpa) - Por fin llegó ese día tan largamente esperado desde hace meses por millones de fans en todo el mundo. Por fin los incondicionales seguidores de la inocente Bella, el inquietante Edward, el misterioso Jacob y demás personajes que habitan en la lluviosa y sombría localidad de Forks podrán devorar sus nuevas aventuras en la gran pantalla.

Ayer se estrenó en Estados Unidos "Luna nueva", la segunda entrega de la saga "Crepúsculo", basada las novelas escritas por Stephenie Meyer y que los adolescentes de medio planeta convirtieron en uno de los mayores éxitos de ventas de los últimos tiempos.

"Crepúsculo", la película que inauguraba la franquicia hace un año, tuvo un presupuesto de apenas 37 millones de dólares, una minucia para lo que se estila en Hollywood, pero recaudó en todo el mundo más de 382. "Luna nueva", por su parte, costó algo más, unos 50 millones de dólares, pero su éxito está asegurado y nadie quiere apostar cuánto dinero llegará en los próximos meses a las arcas de Temple Hill, la productora de la película. ¿600? ¿800?, la expectación es tal que las cifras que se barajan pueden quedarse cortas.

Y eso que desde hace más de un año miles de páginas webs en todos los idiomas habidos y por haber han desmenuzado el argumento del filme. Se sabe que, en esta segunda parte, Bella, que acaba de cumplir 18 años, y Edward, es decir, la adorable mortal y el atractivo vampiro, rompen su noviazgo y que una desconsolada Bella comienza a sentirse atraída por Jacob, su amigo de la infancia y miembro de la misteriosa tribu india de los Quileute, un joven que también guarda un inquietante y sobrenatural secreto.

"El reto que teníamos", explica Wyck Godfrey, productor del filme, "estaba en no limitarse a repetir lo mismo que ofrecía la primera película. Teníamos que hacer evolucionar a los personajes. Así, en esta nueva entrega, vamos profundizando en la vida de Bella. Justo cuando encuentra un amigo que la hace sentir viva de nuevo tras la desaparición de Edward, descubre que él también es diferente".

Si Catherine Hardwicke fue la encargada de dirigir el primer "Crepúsculo", en esta ocasión fue Chris Weitz, un joven realizador de 40 años, el que se encargó de la puesta en escena de "Luna nueva". Weitz ya había llevado con éxito a las pantallas anteriormente dos grandes hitos literarios como "Un gran chico" y "La brújula dorada", y se le consideraba el director ideal, tal y como demostró en esta última cinta, para combinar los efectos especiales y el tono fantástico que tiene la historia con la intimidad y los sentimientos de los personajes.

"Mi primer deber era respetar la pasión que los fans de la saga sienten por el libro", explica el director. Para ello consultó con frecuencia a Stephenie Meyer, la autora de la saga. "Le preocupaban hasta los aspectos más insignificantes, como ¿puede llevar zapatos esta persona? Comprobaba todos los detalles. Quería que todo fuera como en el libro", dice la escritora.

Pero, además de la historia, naturalmente, "Luna nueva" significa el reencuentro del público más joven con sus nuevos ídolos. Dos actores convertidos ya en estrellas: Kristen Stewart, que interpreta a Bella y, sobre todo, Robert Pattinson, el seductor y angustiado vampiro en permanente lucha entre sus deseos y su condición de inmortal.

Para Robert Pattinson en "Luna nueva" su personaje tiene que afrontar la realidad de su propio ser. "Crepúsculo" tenía un "final feliz", comenta el actor. "Bella y Edward acababan juntos y habían vencido a sus enemigos. Ahora, en cambio, tienen que analizar su relación y su compromiso y también las amenazas reales que surgen de su amor".

Pero muchos se preguntan dónde radica el éxito de estos libros y de las películas. Al fin y al cabo, no es más que una historia de vampiros y hombres lobo, una de las miles que se han escrito y filmado.

La respuesta es que quizá están pensadas fundamentalmente para el público adolescente. "Tratan de sentimientos muy básicos como el amor, la añoranza, la necesidad, la pérdida, el apego y la amistad", explica el director Chris Weitz. "Reflejan el peligro al que se somete tu corazón cuando te enamoras. Bella no teme a Edward porque sea un vampiro, lo teme porque está loca por él. Y en ´Luna nueva´ se forma, además, una especie de triángulo amoroso, que es algo muy atractivo con lo que el público se puede identificar", concluye el realizador.

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