SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El juez Miguel Ángel Gaimaro Pozzi todavía no comenzó a realizar las ruedas de reconocimiento al hombre sospechado de ser el violador serial que atacó a varias mujeres en Bariloche durante los últimos meses. Sin embargo, las investigaciones ya lo señalan como el posible autor de otros delitos, entre ellos, un robo con armas ocurrido en el complejo Cerro Campanario, también escenario de una de las violaciones que le atribuyen.

El robo que ahora se sumaría a la larga lista de imputaciones contra Christian Rodolfo Hernández Oyarzún se produjo hace más de un año, durante la noche, cuando un individuo que empuñaba un arma de fuego amenazó al sereno del complejo y lo ató con alambres para poder sustraerle una gran cantidad de elementos que estaban a la venta, como recuerdos y regalos para los turistas.

Por una remera

Según trascendió, ese violento episodio nunca fue esclarecido, pero la víctima de uno de los intentos de violación que se están investigando, ocurrido en un sendero cercano al kilómetro 15 de la avenida Bustillo, recordó en su testimonio que el hombre que la atacó el pasado 12 de setiembre vestía una remera del Cerro Campanario, una prenda que no suelen utilizar los residentes de Bariloche porque habitualmente son llevadas por los visitantes.

La denunciante manifestó que al momento de ser atacada por el supuesto violador sólo pudo ver parte del rostro del agresor, ya que estaba cubierto con una gorra y tenía otro elemento cubriéndole parte de la boca. Pero los datos que brindó, aun sin las precisiones esperadas, coincidirían con los registrados en otras denuncias de robos o abusos sexuales ocurridos en barrios del Oeste de la ciudad.

Al momento de ser atacada, la vecina realizaba una caminata por un sendero boscoso. Fue interceptada por un ciclista que estaba armado con un cuchillo y que la amenazó con intenciones aparentes de robo. Pero en el forcejeo trató de apartarla del sendero e ingresarla a la espesura. La mujer se defendió, luchó con el asaltante y pidió auxilio hasta que el desconocido optó por escapar con su rodado.