| La mujer la libera, en grandes cantidades, en el momento del parto. Se la inyectan para estimular las contracciones y controlar las hemorragias luego del nacimiento y su inhalación se usa para inducir la lactancia. No es todo. También se le vincula a la confianza, la falta de miedo, a los besos, el sexo y la simpatía. Es la oxitocina, la llamada "hormona del amor", que, según un estudio de la U. de Haifa en Israel, no sólo se liga a sentimientos positivos, como se creía hasta hoy. También tendría un papel importante en la envidia, los celos y la malicia. La investigación, publicada en la revista Biological Psychiatry, reclutó a 56 participantes. Un grupo inhaló oxitocina sintética, y luego un placebo; y el otro comenzó con el placebo y terminó con la oxitocina sintética. En el intertanto, participaron en un juego en que tenían que elegir entre tres puertas, desde las que salían diferentes cantidades de dinero. Todo esto contra un rival que ellos desconocían y que era un computador. Fuente: La Tercera | |