BEIJING.- El presidente estadounidense, Barack Obama, llegó ayer procedente de Singapur a la ciudad portuaria de Shanghai para una visita de tres días a China, punto central de su gira por Asia y la primera a ese país desde que está en el cargo.
El mandatario llega al gigante asiático para profundizar durante tres días el diálogo bilateral con esta nación próxima a convertirse en la segunda mayor economía del mundo, y en busca de apoyos contra la amenaza nuclear iraní y norcoreana.
En medio de una ajustada agenda, Obama tiene previsto reunirse hoy con líderes políticos para protagonizar luego un debate con unos 500 estudiantes, en el que responderá las preguntas enviadas por internautas, informó la embajada estadounidense en Beijing.
Tras el debate, Obama viajará a Beijing para reunirse con el jefe de Estado y partido chino, Hu Jintao, y otros miembros de la cúpula comunista para una cena conjunta. Ambos líderes ya coincidieron el fin de semana en el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), en Singapur.
Se espera que el equilibrio comercial entre ambos gigantes económicos sean el punto central de las conversaciones entre los mandatarios, así como las críticas estadounidenses por una devaluada divisa china que abarata sus exportaciones. Sin embargo, este no será un punto fácil para el mandatario demócrata, luego que los funcionarios chinos se mostraran molestos por la presión por el yuan y respondieran que las bajas tasas de interés de Washington fomentan la especulación en mercados en el extranjero y amenazan la recuperación económica mundial.
La visita de Obama al gigante asiático constituye el reconocimiento oficial de un nuevo orden mundial que nace desde esta pujante región del planeta, orden que el demócrata aspira a asumir de manera pragmática, sin dejar que las claras diferencias entre ambos -temas como los Derechos Humanos- creen conflictos peligrosos para la paz mundial.
Obama prometió el sábado profundizar el diálogo con China en lugar de buscar contener a la potencia emergente, y aseguró que el creciente auge económico de ese país no es una amenaza, sino una fuente de creciente fortaleza para todas las naciones.
El demócrata espera también abordar con las autoridades chinas la disputa atómica que las potencias occidentales mantienen con Corea del Norte e Irán, así como de la situación en Afganistán y Pakistán.
En tanto, grupos estadounidenses defensores de los derechos humanos pidieron a Obama que utilice su presencia para abogar por la libertad de expresión, la implantación de un Estado de Derecho y la democracia en China.
Previo a su viaje a China, en Singapur, Obama pidió al primer ministro de Myanmar, Thein Sein, la liberación de la activista y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, durante el primer encuentro en más de 43 años entre un mandatario estadounidense y un representante de la junta militar birmana. Robert Gibbs, secretario de prensa de la Casa Blanca, dijo a los medios de comunicación que Obama realizó este pedido a Myanmar, solicitud que incluyó a otros prisioneros políticos, y solicitó que ponga fin a la opresión de las minorías.
Poco antes, también en el marco de la reunión de la APEC, Obama se reunió con su par ruso, Dimitri Medvedev con quien espera firmar en diciembre próximo un nuevo acuerdo sobre reducción de armas nucleares que sucederá al actual, START.
(Télam)