CHOS MALAL (ACHM).-Con todo el colorido, la luz y la música concentrados en el escenario, la conocida cantante Liliana Herrero, el grupo Pachamama y las academias de danzas folclóricas le ponían anoche el telón de cierre a una nueva edición de la Fiesta Nacional del Chivito, la Danza y la Canción.
Y como para que la nutrida concurrencia que participó de las jornadas no quedara exenta de protagonismo, a continuación estaba programada una bailanta campera.
En tanto el toque distintivo de las jornadas de pista del sábado y el domingo lo aportaron los niños, con demostraciones de sus habilidades para desarrollar las tareas cotidianas del campo, desde el ordeñe de las chivas, pasando por la monta de los capones y al tradicional cinchada.
Luego, con el contagioso ritmo de las murgas, enmarcados en sus trajes multicolores.
Una multitud de vecinos, los propios de esta ciudad y los lugareños de parajes vecinos que se sumaron, le dieron un singular atractivo a la fiesta, con marcado signo campero en la mayoría de las expresiones.
Tanto el sábado como ayer las destrezas criollas acapararon la atención de los espectadores y los mayores aplausos fueron para los niños, que participaron del ordeñe de chivas, la monta de capones y la clásica cinchada.
Con un predio colmado de gente se desarrollaron las dos últimas jornadas de la Fiesta Nacional del Chivito.
La gente disfrutó de los chivitos al asador que se servían en las globas y recorrieron los stand de artesanías y productos regionales.
En artesanías las hubo para todos los gustos. Desde trabajos en madera hasta de vidrio, que acaparó la atención del público, que pudo apreciar cómo el artesano confeccionaba los productos.
Algo similar ocurría con los artesanos de bijouterie, cerámica y tejidos, entre otras disciplinas.
En productos regionales se pudo apreciar los dedicados a los dulces, vinos, y comidas tales como ñaco, mote, mote con huesillo, pan casero y empanadillas dulces, además de otras delicias.
Las destrezas criollas del sábado resultaron un éxito. El tirado de riendas con obstáculos, la vuelta al palo en los montados, el juego de la sortija y juegos de sillas en pareja mixta acapararon la atención del público.
Pero las destrezas para niños cautivaron al público que no dudó en responder con aplausos el ordeñe de chivas -de 5 a 7 años y de 8 a 10-, la monta de capones y la cinchada.
El éxito del espectáculo se trasladó a la jornada de ayer donde el público disfrutó de las 10 montas en categoría clinas limpias, de los reservados y de las 20 montas en la categoría bastos con encimera.
También hubo destrezas con la tropillas "La María de Nadie" y "Parada India", de Pergamino, Buenos Aires.
La gente aprovechó las cuecas para salir a bailar abajo del escenario. Varias parejas se agolparon para protagonizar esta danza popular del norte neuquino.
Los espectáculos en el escenario culminaron avanzada la madrugada.
La Murga La Yeta le dio colorido y alegría al escenario infantil con batucada, mientras que por la noche abrió el escenario la agrupación folclórica Centenario y actuaron Las Voces Libres, Luis Alvarez (General Roca), entre otros.