Domingo 15 de Noviembre de 2009 > Internacionales
Zelaya no acepta un trato que implique "encubrir el golpe de estado"
El depuesto mandatario hondureño se lo comunicó al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. "Yo no acepto ningún acuerdo de retorno a la presidencia para encubrir el golpe de estado", dijo.

El derrocado mandatario constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, advirtió al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que no acepta ningún acuerdo de retorno al gobierno que implique encubrir el golpe de estado que lo desplazó el 28 de junio pasado.

Anoche, en la sede de la embajada de Brasil, donde está refugiado desde el 21 de septiembre, el propio Zelaya leyó ante periodistas locales la carta que dirigió a Obama, según reportó la agencia noticiosa italiana ANSA.

"En mi condición de presidente electo por el pueblo hondureño, reafirmo mi decisión de que a partir de esta fecha cualquiera que fuera el caso, yo no acepto ningún acuerdo de retorno a la presidencia para encubrir el golpe de estado, que sabemos que tiene un impacto directo por la represión militar sobre los derechos humanos de los habitantes de nuestro país", apuntó.

Señaló que cuando se reunió por primera vez, el 8 de julio, con la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, "se dejó claro ante mí y ante el mundo la posición de la administración Obama de condenar el golpe de Estado, desconocer sus autoridades y exigir el retorno del estado de derecho con la restitución al cargo de presidente electo por el pueblo".

Zelaya recordó que ésa fue la posición que se mantuvo al firmar las resoluciones de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Agregó que en la reunión con Clinton le propusieron la mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, y subrayó que la aceptó por considerar el auspicio de Estados Unidos y de la comunidad internacional, a pesar de que era "contraproducente dialogar con personas que tienen un arma en sus manos".

Subrayó que el régimen de facto que encabeza Roberto Micheletti, sin la visita a Honduras del subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, y sus acompañantes Daniel Restrepo y Craig Kelly, no hubiera firmado el Acuerdo Tegucigalpa-San José el 30 de octubre, declarado fracasado el 5 de noviembre por "incumplimiento unilateral del gobierno de facto".

Estados Unidos apoyó que las elecciones generales previstas para el 29 de este mes deben desarrollarse en un marco de legalidad y respaldo internacional, especialmente de la OEA y de las Naciones Unidas.  Zelaya reclamó a Obama por la nueva posición de los funcionarios del gobierno de Estados Unidos de apoyar el proceso electoral "sin importar las condiciones en que se desarrolle".

El mandatario constitucional advirtió que los resultados de las elecciones "serán sujetos de impugnación y no reconocimiento, lo cual pone en grave riesgo la estabilidad futura de las relaciones entre Honduras y el resto de naciones que reconozcan sus resultados".

"Este proceso electoral es ilegal porque oculta el golpe de estado militar, y el estado de facto en que vive Honduras no brinda garantías de igualdad y libertad en la participación ciudadana a todos los hondureños", sostuvo Zelaya.

Añadió que "es una maniobra electoral antidemocrática, repudiada por grandes sectores del pueblo, para encubrir los autores materiales e intelectuales del golpe de estado".

Según el gobernante depuesto, en 100 días del golpe de Estado hubo "3.500 personas detenidas, más de 600 personas heridas y golpeadas en los hospitales, más de un centenar de asesinatos y una incontable cantidad de personas sometidas a torturas".

Zelaya recordó a Obama que en la cumbre de países del continente americano celebrada en Trinidad y Tobago a principios de este año, él manifestó que "dejáramos de acusar a Estados Unidos por lo que hizo en el pasado en el continente y que viéramos hacia el futuro".

Indicó que el futuro que Estados Unidos "hoy nos muestra al alterar su posición en el caso de Honduras y favorecer así la intervención abusiva de las castas militares en la vida cívica de nuestro Estado, causa histórica del atraso y estancamiento de nuestros países en el siglo XX, no es más que el ocaso de la libertad y un desprecio a la dignidad humana, es una nueva guerra contra los procesos de reformas sociales y democráticas tan necesarios en Honduras".

"Presidente Obama, cada vez que se derroca un gobierno legítimamente electo en América, la violencia y el terrorismo nos gana una batalla y la democracia sufre una derrota", remarcó Zelaya.

"Todavía nos resistimos a creer que este golpe de estado militar en ejecución en Honduras es ya el nuevo terrorismo de estado del siglo XXI, y será el futuro para América latina que nos habló en Trinidad y Tobago", agregó.

Finalmente, el depuesto gobernante dijo a Obama: "Estamos firmes decididos a luchar por nuestra democracia sin ocultar la verdad, y cuando un pueblo se decide a luchar pacíficamente por sus ideas, no hay arma, no hay ejército ni maniobra capaz de detenerlo".

 

Télam.-

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