Queridos lectores, mediante esta carta quiero compartir una pequeña reflexión.

El lunes 5 de octubre Florencia dejó este mundo. Era una persona maravillosa, hacía todo lo que todos deberíamos hacer para mejorar esta sociedad.

Su cara se iluminaba con una permanente sonrisa y era profesora de la universidad pública, en la que se destacaba por su responsabilidad, conocimiento y gran vocación. Dedicó sus 35 años de vida a los demás. Estudió dedicadamente, fue una excelente amiga, una esposa fiel, una hermana incondicional, una hija dulce y una madre como pocas... ¡ejemplar!

Algunos piensan que esto es parte de la naturaleza, de la vida, de Dios... la realidad es que no estamos preparados para asumir semejante dolor; son inevitables la bronca y la sensación de atropello y sinrazón.

Si las personas llenas de amor como mi prima dejan este mundo, ¿quiénes quedan? ¿Qué vamos a hacer con la injusticia, los violadores, los asesinos, los delincuentes y los políticos abusadores? ¿Qué hacemos con las ambiciones desmedidas, los sacrificios superficiales y la falta de amor? ¿Qué debemos hacer para ser felices?

Me cuesta entender la misión de Flo, lo que sí puedo entender es que nos creemos mucho y no somos nada... hoy estamos acá, mañana no sabemos. ¿Vale la pena tanto sacrificio?

No es justo. Ojalá algún día podamos comprender nuestro gran dolor.

Te amamos incondicionalmente y más vamos a amar a quienes amaste tanto.

Aluminé Salvucci

DNI 27.666.404

Neuquén