BUENOS AIRES (DyN) - El titular de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Hugo Yasky, replicó las declaraciones del secretario adjunto de la CGT y de la UOM, Juan Belén, quien calificó al gremio como "la zurda loca", al señalar que esas expresiones "son minoritarias" y "casi una pieza de museo", propias de "la década del ´70".
Consideró el ex dirigente docente que "la mayoría" en la central obrera conducida por Hugo Moyano "no piensa en los términos que lo expresó (el titular de Luz y Fuerza, Oscar) Lescano o el compañero Belén", sino que "muchos comulgan con la idea de que es razonable, a esta altura del partido, que la CTA tenga el reconocimiento legal". En diálogo con radio Mitre desde Barcelona, Yasky manifestó que "las expresiones extremas de Belén son casi una pieza de museo" y enfatizó que responden al "discurso en la década del ´70". Lescano también se había sumado al preguntar "qué está haciendo la zurda hoy", para responderse que "está aprovechando lo que no pudo hacer en sus mejores momentos porque el movimiento obrero con sentido peronista no lo permitió".
Yasky advirtió que el reclamo de la CTA y otros gremios que exigen su personería gremial es parte de "un movimiento que no se va a poder detener" y consideró que "sería bueno que el gobierno nacional esté más a tono con la necesidad de establecer un nuevo marco legal y termine esta política de dilatar la resolución de demandas muy concretas".
Sostuvo que la central sindical mantiene "la disputa por ensanchar los márgenes de libertad y de democracia sindical por lograr el reconocimiento legal de la CTA, de los pilotos de Austral o del subterráneo, los motoqueros del Simeca". Dijo que "Moyano expresa más el promedio del pensamiento real" y mencionó que "hay un doble juego" en el que figura la oposición formal de la CGT en el Ministerio de Trabajo "pero además hay otro actor que no aparece, pero que sí se mueve en las sombras y que es muy poderoso, que son los grupos empresarios". En ese sentido, mencionó a la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) y a la Asociación de Empresarios Argentinos (AEA), que "son renuentes a esta posibilidad de que haya un sindicalismo con mayor margen de libertad para demandar y organizarse", porque "defienden el status-quo, un mayor control de la demanda de los trabajadores".