Como madre le escribo al conductor de la camioneta Peugeot blanca patente SYN 118 que el 14 de octubre aproximadamente a las 8:30 fue impactada por mi hijo en la parte trasera en el semáforo de la avenida Alem y Sarmiento de Cipolletti, a quien -más allá de que la ley diga que el que choca de atrás tiene siempre la culpa- le digo que nadie en su sano juicio sale a la calle a chocar a nadie; mi hijo iba a su trabajo.
Usted como padre de familia -y hasta me animo a decir como abuelo-, ¿con qué derecho increpó a un joven que nunca le faltó el respeto, dejándolo en estado de shock sin siquiera preguntarle si estaba golpeado, si estaba bien o si necesitaba algo, tras lo cual se subió a su vehículo y se fue del lugar porque a su camioneta no le había pasado nada? Más allá de que agradezca a Dios que mi hijo no se lastimara, la peor parte la sacamos nosotros; aunque nuestro auto es de un modelo viejo se encuentra en regla, con los papeles al día y "seguro".
A este señor le pido que recapacite, que desde el momento en que se sube a un vehículo debe estar preparado para andar por la calle sin violencia.
A mí me queda el auto roto, mi hijo ileso pero asustado y el sabor amargo de que además de toda la violencia que hay en las calles uno se puede encontrar con personas como ésta que no respetan al prójimo. Agradezco a la señorita que lo acompañó mientras llegábamos al lugar y se ofreció amablemente a salir de testigo ya que parece ser que no toda la culpa era de mi hijo.
Claudia L. Martínez, DNI 16.407.175
Fernández Oro