NEUQUÉN (AN) - Un joven de 22 años del barrio Sapere denunció que fue brutalmente golpeado, sin que le dijeran por qué, en la comisaría Primera de esta ciudad. Pasó la noche en el calabozo y al otro día efectivos policiales lo trasladaron al hospital, donde pasó un día internado. Su madre trabaja en la subsecretaría de Seguridad.

"Te va a pasar lo mismo que a Jesús Escobar", le dijeron los efectivos mientras lo golpeaban a Mauro Zúñiga, de 22 años, el denunciante, en referencia al sonado caso del que fue protagonista hace dos semanas el secretario de Derechos Humanos del municipio local.

El joven denunció los apremios ilegales en la fiscalía General y su madre, Carolina Zúñiga, expuso el tema en la jefatura policial.

La víctima camina con dificultad debido a que, dijo, le pegaron en el pie con un matafuego. Aún presenta huellas de los golpes.

"Estaba en la plaza del barrio Sapere -vive a dos cuadras-, con otro vecino, cuando aparecieron los policías y me llevaron a la comisaría. Ya me han llevado otras veces", dijo.

Su madre contó que "llamé a la noche y me dijeron que en 12 horas quedaría en libertad. A las 6 al levantarme vi que no estaba en su cuarto y volví a llamar. Me dijeron que con el cambio de guardia lo liberaban".

Sin embargo, al mediodía la llamaron a su trabajo, en la subsecretaría de Seguridad de la provincia, para avisarle que su hijo estaba grave, internado.

La víctima relató que en varias ocasiones los efectivos entraron al calabozo y lo golpearon, a él y a otros dos jóvenes, sin ningún motivo. Dijo que cuando preguntaba por qué lo habían detenido le dijeron: "callate la boca porque te vamos a cagar matando".

Carolina dijo que recibió el apoyo de su jefe, el subsecretario de Seguridad, Miguel Novoa, quien dispuso que la abogada del área se ocupara del tema.