El sindicalismo peronista ortodoxo que representan la CGT y "los gordos" insistió ayer en rechazar los reclamos de la CTA y sectores de izquierda para descentralizar el actual modelo de representación sindical que ayer defendió la propia presidenta, en medio de la proliferación de protestas de esos sectores.

Desde el sector de "los gordos", el titular del gremio de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, coincidió con su colega de la UOM y segundo de la CGT, Juan Belén, en criticar a "la zurda" por sus constantes reclamos de apertura gremial y acusó a ese sector de intentar hacer "lo que no pudo en sus mejores momentos" porque "de alguna forma", evaluó, "el gobierno es tolerante con ellos". "¿Qué está haciendo la zurda hoy?", se preguntó Lescano, para responderse: "Está aprovechando lo que no pudo hacer en sus mejores momentos porque el movimiento obrero con sentido peronista no lo permitió y aquellos que no son peronistas tampoco le permitieron meterse con el sistema", enfatizó. Lescano advirtió que "la libertad sindical acá ya ha pasado todos los límites", y juzgó que, durante su gestión, el ex presidente Néstor Kirchner "no se equivocó" cuando decidió no darle la personería a la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA), pese a que así se lo había prometido. Por su parte, Moyano intentó bajar el tono a las palabras de Belén, que calificó a la CTA como "la zurda loca manejada desde afuera". Moyano aclaró que entre la CGT y la CTA "no hay animosidad, sabemos convivir con todos los sectores, que a lo mejor no piensan como uno".