| PARÍS (DPA).- La primera dama francesa Carla Sarkozy no quiere que en casa se hable de política porque "no tiene ni idea" y "no le interesa", según confesó a la revista "Elle". Por eso no ejerce ninguna influencia en su esposo, el presidente Nicolas Sarkozy. "Por suerte, porque sería un infierno", declaró. "Mi marido no es un hombre fácil de convencer", añadió. Carla Bruni-Sarkozy fue apuntada como sospechosa de influir en el nombramiento de Frédéric Mitterrand como ministro de Cultura y del director de una emisora de radio. | |