SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El juez de instrucción Miguel Ángel Gaimaro Pozzi tenía previsto tomar declaración indagatoria ayer por la mañana a Christian Rodolfo Hernández Oyarzún, el hombre de 37 años a quien le adjudican la comisión al menor tres hechos de violación consumada. Pero al advertir que luego debería ampliar la diligencia, por la aparición de una nueva prueba incriminante, el magistrado prefirió postergar el acto para hoy.
El secuestro de un teléfono celular que pertenecería a una de las víctimas de una violación no consumada habría motivado la necesidad de incluir esa circunstancia en el acto de la indagatoria, ya que podría vincular al hombre en un cuarto hecho.
El magistrado solicitó a los medios de prensa que hacían guardia en Tribunales, en forma personal, que no tomaran fotografías del rostro del sospechoso, en caso de que pudieran observarlo, porque esa circunstancia podría invalidar futuros reconocimientos en rueda de personas por otros hechos que quedaron en grado de tentativa o simplemente como delitos contra la propiedad. De todas maneras, anticipó que hoy ingresaría a las oficinas del juzgado de Instrucción 6 con el rostro cubierto.
Ayer se conocieron declaraciones formuladas a un medio local por la pareja de Hernández Oyarzún, quien pidió no ser identificada, y se lamentó por haber expuesto a sus hijas adolescentes en su relación con el detenido. La mujer dijo que se conocieron hace tres meses y que comenzaron a convivir un mes después. Dijo que jamás sospechó de él, dado que no fumaba ni bebía, "no era violento", practicaba una religión evangélica y "no le conocía ningún vicio". La mujer sabía que lo habían demorado en relación con las causas que se investigan, pero el hombre le habría dicho que "seguramente lo habían confundido", y no le comentó que le habían realizado un hisopado bucal, del que se obtuvo la prueba fundamental para imputarlo.