NEUQUÉN (AN)- "No estamos debatiendo la pérdida de un ojo, estamos debatiendo una cacería".
De esta manera las abogadas querellantes Ivana Dal Bianco y Romina Sckmunk marcaron su diferencia con la postura del fiscal Alfredo Velasco Copello, abrieron mucho más el ángulo de la cámara con la que observaron los hechos y pidieron fuertes penas de prisión para los imputados.
A Néstor Gatica, señalado como autor del disparo que impactó en el ojo de Pedro Alveal, lo acusaron de "tentativa de homicidio en concurso ideal con lesiones gravísimas, doblemente agravadas por alevosía y por el uso de arma de fuego". Pidieron para él 18 años de prisión.
En cuanto a Elías Cifuentes y Osvaldo Fornara, la acusación fue por "tentativa de homicidio en concurso ideal con lesiones graves doblemente calificadas por alevosía y uso de arma de fuego". Reclamaron 16 años de cárcel para ambos.
Por último acusaron a Alfredo Cortínez de "tentativa de homicidio en concurso ideal con vejaciones agravadas por el uso de violencia", y solicitaron 14 años de prisión.
Justificaron el cambio en que "la Cámara, al fallar, es la que fija la calificación. La base fáctica que utilizamos es la misma, los imputados saben de qué se los acusa, pudieron controlar todas las pruebas".
Sckmunk valorizó la pericia realizada en La Plata porque no fue objetada en su momento, sino recién en el debate, y porque estuvo a cargo "de un organismo público ajeno a las fuerzas de seguridad".
En su alegato, las abogadas del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos pusieron mucho énfasis en el contexto que rodeó al ataque a Alveal.
"Podríamos imputar, como hizo el fiscal, por las lesiones que causó cada uno de los policías. Pero eso sería ocultar la realidad", dijo Dal Bianco. "Estos juicios contra las fuerzas represivas son difíciles, y hasta los fiscales hacen lo imposible para garantizarles la impunidad", agregó.
Se preguntó: "¿hacían falta seis motos, seis escopeteros, para detener a Alveal? De los 71 perdigones que recibió, 55 fueron de la cintura para arriba, 6 en el rostro, dos en el ojo".
Según la abogada, a Alveal "quisieron destruirlo, y con él a todos los jóvenes del MTD que reclamaban por sus derechos".