SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM) - El que acaso ha sido uno de los más polémicos proyectos de la última década en esta ciudad, cayó por la indefinición de los concejales, quienes dejaron correr el plazo para declarar de interés público la propuesta de relocalización de la terminal de ómnibus, presentada por un inversor privado bajo la figura del "derecho de iniciativa".
Sin embargo, conviene recordar que, por mayoría, los ediles habían aprobado una prórroga de 120 días para expedirse, pero se supo que ya tienen la certeza de que ese instrumento sería inaplicable, por colisionar con los alcances específicos de la ordenanza que regula el derecho de iniciativa.
Esa figura obliga al Deliberante a definir la declaración de interés municipal en un plazo de 60 días a contar del momento de ingresado el proyecto, lapso que venció en octubre, precisamente cuando se aprobó la prórroga que además disponía el llamado a un referéndum.
Aquella consulta pública, ya fallida con la caída de los plazos, no estaba referida al proyecto en sí sino al destino de la tierra que hoy ocupa la terminal, por cuanto así lo manda la Carta Orgánica cuando se trata de disponer de bienes de propiedad municipal.
Ahora, el Legislativo deberá devolver la documentación al grupo inversor, quien podrá volver a insistir cuando lo crea conveniente, ya que la ordenanza de derecho de iniciativa no impide una segunda presentación en caso de que el Deliberante no se haya expedido por sí o no a la declaración de interés público.
El proyecto privado impulsado por inversores ligados a la explotación de la terminal de Retiro, entre otras, contaba con el apoyo del oficialismo pero con el fuerte rechazo de la oposición, entidades empresarias y diversas organizaciones sociales.
El costado crítico era que la propuesta de mudanza de la terminal estaba atada al uso de una porción de la actual manzana para un emprendimiento hotelero de alta calificación.
El inversor recibiría en concesión unos 3.000 m2 de esa manzana de alto valor inmobiliario, en pleno centro de la ciudad, a cambio de hacerse cargo de la construcción de la nueva estación en un terreno propio, cercano al acceso Pío Protto, a más de 18 kilómetros de su presente emplazamiento. En su conjunto, la inversión hubiera rondado los 50 millones de pesos.
En general, propios y extraños coincidieron en la necesidad de reubicar la terminal, pero la disputa se encendió al conocerse la condición de recibir a cambio la aludida porción de la manzana, ubicada frente al paseo de la Costanera.