La huelga de 24 horas en los subtes porteños prevista para hoy podría sumar una dosis mayor de violencia. Ocurre que mientras los delegados de base de ese medio de transporte ratificaron ayer el paro, voceros de sus rivales de la UTA aseguraron que harán circular formaciones con personal jerárquico que les responde.

Por si fuera poco, el gobierno estudia declarar al subte como un "servicio básico esencial" con el objetivo de garantizar, en línea con la UTA, guardias mínimas, al tiempo que intimó a Metrovías a presentar un plan de contingencia para garantizar el servicio.

Para colmo, la concesionaria condiciona la concreción del plan de contingencia a que "no existan hechos ilícitos" que impidan la circulación de las seis líneas de subterráneos y el Premetro.

En una nota enviada al secretario de Trasporte, Juan Pablo Schiavi, la concesionaria dijo no contar en ese caso con "el poder de policía" para garantizar la continuidad del servicio, por lo que recordó que "la seguridad pública es responsabilidad indelegable del Estado".

"La única forma en que se puede impedir el paro es que la Presidente cumpla con la ley. Hay paro porque hay un conflicto y el responsable de eso es el gobierno", afirmó Néstor Segovia, representante de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo, organización que demanda su inscripción sindical independiente de la UTA.

Mauricio Macri aprovechó la ocasión para criticar, una vez más, contra la Rosada. El jefe de Gobierno porteño acusó al Ministerio de Trabajo de no "arbitrar los medios" necesarios para resolver el conflicto gremial.