Muchos seguidores de Britney Spears abandonaron el primer concierto de la diva del pop en Australia después de sólo tres canciones, al hacerse evidente que, más que cantar, gesticulaba al ritmo de sus canciones. "La gente pagó por ello y vino hasta aquí para escucharla cantar", dijo al canal de televisión Nine Network un fan que se marchó del espectáculo. La ministra de Comercio del estado australiano de New South Wales, Virginia Judge, dijo: "Los habitantes de Sydney no tolerarán una performance a lo Mickey Mouse" (DPA) |