"Desde el momento en que agentes impositivos invadieron "Clarín", toda la prensa argentina siente la pistola martillada en su cabeza". Lo dijo ayer el ex presidente del Uruguay Julio Sanguinetti en la Asamblea de la SIP.

Abogado, periodista, crítico en artes plásticas y hombre de sólida formación intelectual, Sanguinetti se sintió en el escenario apropiado para desplegar sus reflexiones mediante un estilo abierto sobre el desarrollo de las ideas y la situación de la libertad en el continente.

Sin leer, el ex mandatario comenzó enalteciendo el papel de un argentino con el que mantuvo una intensa amistad, el historiador argentino Felix Luna, fallecido la semana anterior.

Tras cartón, Sanguinetti pasó revista a la dialéctica que tuvo en América Latina la conformación de los Estados nacionales. Sostuvo entonces que Brasil se vio favorecido por la ausencia de un proceso traumático en su camino hacia la independencia. "Arregló muy bien su desconolización con Portugal, una camino que lo liberó del caudillismo que reinó en otras partes del continente".

Al reflexionar sobre México, sostuvo que su sistema político se ha modernizado debido a la perdida de vigencia del PRI, la fuerza que hegemonizó el poder durante 75 años.

"Y tenemos - acotó Sanguinetti -, a Colombia, que se defiende de tanta agresión y donde espero que su presidente Alvaro Uribe no cometa el error de buscar la rereelecciòn".

Luego definió a Chile como "quizá la sociedad del continente que más se ha modernizado", e inmediatamente afirmó que el desafío más preocupante que desde el campo político "debemos enfrentar, es el populismo".

Destacó entonces que ese estilo de ejercer el poder domina en la Venezuela de Chávez, donde la democracia ha devenido en un ejercicio del poder abusivo, que siempre se coloca más allá de las obligaciones que le plantea la ley y desde ahí hostiga a la libertad de prensa".

"Y en esa línea tenemos a Argentina, un país que desde el fondo de su historia ha tenido una gran prensa escrita y que hoy también es hostigada ", reflexionó Sanguinetti.

Sin nombrar a nadie del kirchnerismo, sostuvo que la presión sindical "sobre los medios argentinos" no puede sino apuntar a lesionar la libertad de prensa, Y acotó: "Desde el momento en que agentes impositivos invadieron "Clarín", toda la prensa argentina siente la pistola martillada en su cabeza".