SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM)- Un remisero puso en fuga a dos asaltantes que intentaron intimidarlo con un arma blanca, sin sospechar que el conductor llevaba un grueso trozo de caña coligüe con la que la emprendió a golpes contra sus atracadores. En las primeras horas de ayer un remisero fue abordado por dos pasajeros en la estación de servicios de Koessler y Curruhuinca.
Los hasta allí supuestos pasajeros solicitaron un viaje hasta las inmediaciones del hotel Sol de los Andes, sobre el cerro Comandante Díaz. El recorrido transcurrió sin novedad hasta unos 100 metros del destino. Cuando el remís se detuvo, uno de los individuos extrajo un arma blanca, del tipo cortaplumas rebatible o sevillana, con la que amenazó a la víctima.
El conductor, lejos de amedrentarse, tomó el brazo de quien empuñaba el arma y comenzó un intenso forcejeo. En ese instante intervino el segundo hombre también con la intención de reducir al remisero.
Fue entonces cuando el chofer tomó un grueso trozo de caña coligüe, que llevaba en su asiento, y comenzó a dar golpes a sus agresores, quienes al ver la reacción se apearon del vehículo y emprendieron una veloz carrera. No pudieron alzarse con ninguna de las pertenencias o dinero de la recaudación.
Otro hecho que también tuvo por escenario las proximidades del viejo hotel Sol, pero ninguna relación con el apuntado intento de atraco al remisero, se produjo en la madrugada, cuando un vehículo cobró fuego y obligó a la intervención de los bomberos y de la policía.
Para los investigadores se trata de un atentado, ya que hallaron evidencia de que el fuego fue provocado. El propietario del rodado, un Renault 12, no se hallaba en el domicilio sino fuera de la ciudad, por lo que se esperaba su arribo para apurar las investigaciones.