NEUQUÉN (AN).- La mayoría de los diputados consideró que el gobernador Jorge Sapag incumplió, al menos, el compromiso de no utilizar los fondos de las extensión de los contratos petroleros para gastos corrientes.
Técnicamente, los mismos legisladores coincidieron en que está dentro de los límites previstos. Objetaron que atenta contra el espíritu que motivó el aval a las prórrogas y que derivó en la imposición de una cláusula para impedir que el dinero se gastara en sueldos y gastos de funcionamiento: debía invertirse.
El gobierno tomará hasta 118.000.000 de pesos de esos fondos a medida que vayan ingresando y, a cambio, le dará a Fiduciaria Neuquina letras del Tesoro a dos años, a un 6% anual.
"Cada vez me sorprende menos. Cuando salió la renegociación, pensé que la plata iba a servir para dos o tres años. Pero sirvió para 6 meses y ya tuvieron crisis. Esto rebasa el vaso", estimó desde el bloque del MUN el diputado Rodolfo Canini, quien también dudó que el dinero vuelva a la Fiduciaria Neuquina.
Coincidió su par de Alternativa Neuquina Soledad Martínez, que además le apuntó a quienes, desde la oposición o el oficialismo, acompañaron la ley que convalidó las prórrogas. "Los que decían que los fondos estaban encriptados mentían. Se concreta lo que decíamos: le regalamos el petróleo y el gas para dejar contaminado y para tener caja que permita pasar sin zozobras los cuatro años de gestión. Estamos quemando la plata", señaló.
Ariel Kogan (PJ), desde el sector de la Concertación que acompañó el proceso, afirmó que si el decreto se lleva a la práctica, "nos habrá emboscado con una trampa política despreciable, rompiendo el principal acuerdo institucional que logró en su gestión". La referencia es al respaldo que un sector de esta fuerza -sólo tres no acompañaron- le dio a las prórrogas petroleras. Remarcó que "en ese acuerdo se vetó absolutamente la posibilidad de utilizar ni un solo peso de estas sumas millonarias a financiar los gastos corrientes del Estado. Más allá de la interpretación legal, esta sola intención inconsulta pone de manifiesto una actitud absolutamente tramposa e irresponsable", agregó.
Cuando se votaron las prórrogas, Sapag no logró el apoyo pleno del bloque aliado de Horacio Rachid, Carlos Sánchez y Daniel Baum. Este último no estuvo presente la semana previa y el día en que se aprobaron los contratos. Pero sí Rachid, que acompañó. Ahora revirtió su postura. Evaluó la decisión como "una equivocación terrible" porque en un fideicomiso no se puede ingresar un pagaré de ninguna manera: disfrazado de bono o de nada. Justamente, la cualidad del fideicomiso para que nosotros lo aprobáramos era para que cumplieran su objetivo de desarrollo económico y no se les metiera mano", explicó.
