LONDRES (DPA) - Las expectativas ante el nuevo disco de Robbie Williams están por las nubes. Hacía tiempo que no se vivía tanta histeria y tensión por el lanzamiento de un álbum. "Reality Killed The Video Star" apuesta por la música trivial de los florecientes años 80, que vuelven a estar de moda, y por las piezas musicales.
Sin embargo pareciera ser que al artista de 35 años, que comienza a peinar canas, se le hubiera esfumado la energía. El octavo álbum de estudio empieza con sonidos de pájaros y otros de armónica similares al blues.
También el ritmo de todas las canciones invita a bailar tomados de los brazos y a mover las caderas.
Williams y sus fans se han hecho mayores. En la primera canción, "Morning Sun", el excéntrico cantante se pregunta: "¿Quién soy para calificar el sol matinal?" La resonancia de su voz le confiere algo celestial, como también los cantos gregorianos en el single "Bodies", que se convirtió en un hit.
El himno pop se lo dedicó a Michael Jackson, fallecido en junio pasado. "Pensé que se trataba de Michael Jackson, pero nuevamente se trata de mí", ironizó Williams en la presentación de su nueva obra en Londres.
Y confesó que su ingreso en una clínica de rehabilitación por una fuerte adicción a medicamentos lo salvó de la muerte.
Fans de México, Alemania, Austria y Suiza fueron los primeros en el mundo en poder comprar el álbum.
"Robbie" es un gran entretenedor, pero un cantante regular. Tras una pausa de tres años, Robert Peter Williams está nuevamente en la cima del pop, si se mide por la expectativa del público.