NEUQUÉN (AN).- El subcomisario Aquiles Atreo González fue categórico: "El tiro directo está prohibido a 5, a 10 y a 15 metros del objetivo. Si en caso de necesidad, o porque está en riesgo su vida, el efectivo utiliza su arma letal, después dará las explicaciones correspondientes a la justicia. La gente de los grupos especiales no son robot, analizan las situaciones antes de tomar una decisión".

El defensor Orlando Funes le hizo notar que "estamos hablando de una escopeta con balas de goma, ni de un arma letal". Y González volvió a ser categórico: "cualquier arma es letal según las circunstancias en las que se la utilice. Hasta un cuchillo plástico puede ser un arma letal".

Cuando se produjo el ataque contra Pedro Alveal, en noviembre de 2003, el subcomisario González -cuyo apodo es "La Cobra"- era segundo jefe de la Despo. Cuando mataron a Carlos Fuentealba en abril de 2007 ya era jefe de ese grupo especial, y fue quien dio la orden "detengan a ese auto" en referencia al Fiat 147 en el que iba el maestro.

Imputado y sobreseído provisoriamente en la causa Fuentealba II, ahora está detrás de un escritorio: ayer informó que trabaja en la jefatura, en el área Logística.

González perjudicó a los imputados al señalar que todos los policías saben que no deben efectuar disparos directos al blanco a corta distancia. Pero los benefició cuando dijo que el disparo desde una moto en movimiento hacia un blanco también en movimiento "es instintivo, no de precisión".

Uno de los puntos que se discuten es si los acusados intentaron matar a Alveal, como afirma la querella, o sólo detenerlo, según la versión policial.