Sábado 07 de Noviembre de 2009 Edicion impresa pag. 24 > Internacionales
ANÁLISIS: En el laberinto y abandonada a su suerte

Cuatro meses y ocho días después del golpe, Honduras sigue igual, pero más sola. Roberto Micheletti sigue en el sillón que le regalaron los militares y Manuel Zelaya continúa fuera de juego, encerrado en la Embajada de Brasil.

Pero el país, que concitó aquel 28 de junio una solidaridad internacional nunca antes vista, parece haber sido ya abandonado a su suerte, desde que el jueves por la noche se rompiera el acuerdo al que habían llegado los representantes de Zelaya y de Micheletti.

El presidente de facto organizó por su cuenta un Gobierno de unidad haciendo dimitir a sus ministros, pero reservándose el poder.

Ni una semana duró la esperanza. La madrugada del viernes 30 de octubre, los negociadores de Zelaya y Micheletti anunciaron la firma de un acuerdo que, entre otros puntos, preveía la formación de un Gobierno de unidad nacional y la petición al Congreso para que se pronunciara sobre la restitución del presidente depuesto.

Pero el acuerdo dejaba sin responder dos importantes cuestiones. ¿Quién debía presidir el Gobierno de unidad? Y, ¿cuál era el plazo para que el Congreso se pronunciara?

Sólo unas horas después de aquella firma, los partidarios de Zelaya se percataron de que esas dos grietas iban a ser utilizadas por Micheletti y los suyos para llevar el agua a su molino.

(Fuentes: DPA/El País)

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