NEUQUÉN (AN).- Luego de una madrugada violenta en el barrio Don Bosco II, la provincia le ofreció ayer la cesión de 50 lotes -en otro punto de la ciudad- a la mayoría de las personas que el jueves fue desalojada del predio de las 127 Hectáreas.

La alternativa fue descartada por el grupo que había ocupado el predio, que fue desalojado por la Policía, y que intenta volver al terreno donde se habían asentado. Afirman que no tienen precisiones sobre los lotes que les ofrecen y que tampoco les dieron fecha de entrega. Sólo les dijeron que tendrán agua potable.

La jornada empezó con violencia. Un grupo de más de 70 jóvenes apedreó y trató incendiar con bombas molotov el edificio de la comisaría 41 de Don Bosco II, como represalia al desalojo de las 127 hectáreas. La situación -que había empezado el jueves por la tarde- se agravó pasada la medianoche cuando los manifestantes atacaron la comisaría reclamando la liberación de una persona de apellido Álamo quien había sido detenido durante los disturbios. Álamo es una de las personas que tenía un lote dentro de la toma. Y fue detenido y llevado a la comisaría 17 de La Sirena, pero los manifestantes arremetieron contra la 41 pues creían que estaba allí. Fue así que un grupo de entre setenta y cien jóvenes, entre menores y mayores de edad, se dirigió a la dependencia para exigir la liberación de Álamo.

La demanda no tardó en desbocarse y una lluvia de piedras cayó sobre la comisaría destruyendo vidrios y algunos elementos en el interior. Personal de la Uespo y Metropolitana acudió a la dependencia en apoyo. Hubo balas de goma, gas lacrimógeno y se produjeron corridas.

Los jóvenes lejos de verse amedrentados por los grupos especiales volvieron a la carga y rompieron los vidrios de dos autos particulares que estaban estacionados afuera de la dependencia, uno de ellos de un efectivo, y arrojaron bombas molotov con las que pretendían quemar la comisaría. Además, los manifestantes intentaron saquear algunos comercios de los alrededores, de acuerdo a lo informado por fuentes policiales.

El secretario de Estado de Seguridad, Guillermo Pellini, dijo que "unos 70 jóvenes atacaron y quisieron incendiar la comisaría. Sorprende como estos jóvenes, de entre 10 años y 12 años, y otros que tendrían más o menos entre 20 y 22 años hostigaron la comisaría con una lluvia de piedras, inclusive rompieron algunos móviles y tiraron bombas molotov. Hasta donde yo sé no se detuvo a nadie, pero fueron 3 horas y media casi 4, de algo que podemos definir como una especie de batalla por impedir que la comisaría fuera tomada y saqueada". El enfrentamiento se extendió hasta las 3.30 y terminó con tres detenidos, Álamo y dos jóvenes de 21 y 23 años.