Lunes 02 de Noviembre de 2009 > Sociedad
Greenpeace colocó una pancarta en el templo la Sagrada Familia
La organización ecologista reclamó por los cambios climáticos en Barcelona. Colgaron una leyenda que exhortaba a los "líderes mundiales" a que "tomen la decisión de salvar el clima".

Activistas de la organización ecologista Greenpeace colgaron hoy una gran pancarta de 600 metros cuadrados en el templo de la Sagrada Familia de Barcelona con el mensaje "World leaders make the climate call" (Líderes mundiales tomen la decisión de salvar el clima), con motivo del inicio en esta ciudad de la última cita negociadora previa a la Cumbre climática de Copenhague.

Otras dos pancartas más fueron desplegadas por los activistas en las grúas laterales de la imponente obra de Antoni Gaudí, aún en construcción, en la que puede leerse "Save the climate-Salvad el clima".

"Lo único que hace falta para conseguir un acuerdo que salve el clima es la voluntad política de los líderes mundiales, en vez de intentar cerrar las negociaciones con un tratado de mínimos" aseguró Raquel Montón, responsable de la campaña Cambio climático y Energía de Greenpeace.

Esta protesta pacífica forma parte de una campaña que tiene como objetivo conseguir que el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, defienda en Copenhague un acuerdo ambicioso, justo y vinculante para salvar el clima.

"Zapatero tiene que terminar con el doble juego mantenido hasta ahora: dice una cosa y hace lo contrario", añadió Montón.

"Desde lo alto de la Sagrada Familia sólo quiero pedir una cosa: que los líderes mundiales actúen ya", sostuvo Vicenç, uno de los activistas.

Barcelona acoge desde hoy y hasta el viernes la última reunión preparatoria de las negociaciones que tendrán lugar en la cumbre climática mundial de Copenhague desde el 7 al 18 de diciembre, sobre el necesario acuerdo para la reducción de los gases de efecto invernadero más allá de 2012, año en el que expira el Protocolo de Kyoto.

En la "Fira" de Barcelona, un centenar de personas han recibido con pequeños despertadores en la mano a los 4.000 delegados de 180 países que acuden al encuentro, con el objetivo de "despertar a los congresistas".

 

Télam.-

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