SANTIAGO DE CHILE (DPA) - Un militar chileno de la disuelta DINA, policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet, y otro uruguayo fueron los autores de los disparos que terminaron con la vida del químico Eugenio Berríos en 1992, asegura ayer el diario "La Nación" en base a fuentes militares.

La revelación la hizo el coronel en retiro Mario Cisternas, quien también participó en la disuelta DINA y fue uno de los custodios de Berríos mientras estuvo secuestrado en Montevideo.

En octubre de 1991, Berríos fue capturado en forma secreta por ex agentes de la policía secreta de Pinochet para que no pudiera declarar en el asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier, ocurrido en Washington en 1976.

El químico estuvo un tiempo en Argentina y luego fue trasladado a Uruguay, donde estuvo secuestrado. Su cuerpo fue encontrado en el Balneario Parque de la Plata en 1995, tres años después de su crimen.

"Los últimos días de noviembre de 1992, arrodillado y atado por los brazos, al químico lo obligaron a bajar la cabeza. El mayor Arturo Silva le dio el primer tiro. El otro lo disparó uno de los tres militares uruguayos bajo arraigo en Chile. Fue un pacto de honor y silencio. Una bala por cada país", reveló el reportaje del diario.