Lunes 02 de Noviembre de 2009 Edicion impresa pag. 21 > Sociedad
"Scalabrini sirve para entender a la Argentina"
Habla el creador de la muestra en su homenaje. Recopiló escritos y artículos originales del pensador.

NEUQUÉN (AN).- "De Scalabrini siempre se sale bien, es un reservorio de verdades sobre lo que pasó en nuestro país", sostiene Marcos Lohlé, creador de la muestra de homenaje al escritor, político y literato que se exhibe en el museo Gregorio Álvarez.

Concejal por dos períodos consecutivos en San Isidro, provincia de Buenos Aires, y actual director de prensa de la Cancillería, Lohlé es un apasionado de la historia nacional. Su "Muestra de Homenaje a Raúl Scalabrini Ortiz", fue inaugurada este año en la Casa Rosada y pasó luego a la Biblioteca Nacional. Desde el pasado 16 -y por un mes- se exhibe en el museo local.

-¿Qué lo llevó a hacer la muestra de Scalabrini?

-Advertí que se cumplían 50 años de su fallecimiento. Ahí paré todo lo que estaba haciendo porque el de Scalabrini es un pensamiento muy atractivo y conmovedor.

-¿Cómo fue el trabajo de recopilación?

-Había leído el gran trabajo de (el historiador Norberto) Galasso, pero traté de ir a los documentos. Conseguí mucho material del archivo personal del propio Scalabrini, que ordenaron sus hijos y que actualmente está en el gremio Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos (APDFA) y también conseguí material de FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina), a través de la hija de Darío Alessandro, que fue secretario de (Arturo) Jauretche y heredó la biblioteca de Jauretche.

-¿Scalabrini fue un literato o un escritor político?

-Las dos cosas. Empezó siendo un joven escritor, periodista con inclinación literaria y después, las circunstancias del país y del mundo lo llevaron a ser un escritor político. En el 39 fundó un diario. Ya había sido un literato consagrado con "El hombre que está solo y espera" y un escritor político con los trabajos de FORJA que, predominantemente escribió él, y decidió sacar un diario que se llamó "Reconquista", que duró 41 días porque no tenía cómo mantenerlo. Venía la guerra y el quería que los argentinos no murieran en ella.

-¿Estuvo cerca de Roberto Arlt?

-Lo reemplazó en la columna "Costumbres de la ciudad", una especie de aguafuerte que salía todos los días en "Noticias gráficas". Él estaba en el grupo de la revista Martín Fierro. Participaba en la revista oral del peruano Alberto Hidalgo, que hacía desfilar por el café Royal Keller a varios los literatos. Vivió una bohemia intensa y ahí es donde (Leopoldo) Marechal le presentó a Macedonio (Fernández). Allí estaba Borges también, que prologó los poemas de Jauretche sobre la insurrección de Paso de los Libres.

-¿Sirve, Scalabrini, para entender la Argentina actual?

-Sí. Yo creo que sí. Porque Scalabrini tiene un pensamiento muy positivo y pedagógico, arranca de lo esencial que es el bienestar general. Fundamentalmente da esperanza. Vivió adelantado por las cosas que vio y marcó, que inspiraron a otros a recorrer un camino. Scalabrini es una figura de unión nacional, pero no unión para cualquier cosa sino para garantizar un país que atienda las necesidades de todos. Eso se ve cuando describe la enorme dependencia argentina de las empresas extranjeras, fundamentalmente británicas.

-¿Nunca tuvo un cargo público?

-No, nunca. Era de una familia que no pasaba necesidades, el padre era pedagogo, fundador del museo de Ciencias Naturales de Paraná. El heredó dinero de las tierras de la familia de la madre.

-¿Cómo está organizada la muestra?

-Hay un portal de ingreso que a su vez es el de egreso. Al entrar se lee "Aquí se aprende a defender a la patria" que es el título que puso a 18 artículos agrupados a partir de octubre del 55. De Scalabrini siempre se sale bien, es un reservorio de verdades sobre lo que pasó en nuestro país.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí