Dirigentes de la oposición volvieron a cuestionar ayer con dureza la reforma política impulsada por el oficialismo, al asegurar que el principal objetivo de la iniciativa es "preparar el terreno" para el regreso de Néstor Kirchner a la Presidencia.

Los diputados Federico Pinedo (PRO) y Oscar Aguad (UCR), además del electo legislador nacional Fernando Pino Solanas (Proyecto Sur), salieron al cruce nuevamente de la iniciativa oficialista.

Desde el peronismo disidente, en sendos reportajes publicados ayer en matutinos porteños, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna y el diputado Felipe Solá también plantearon sus reparos al proyecto.

"Es una ley a medida de Néstor Kirchner, de cosas que sólo lo benefician a él y él cree que lo beneficia", afirmó Pinedo y añadió que "hay algunos temas de esta reforma que me dan vergüenza y lástima". El dirigente macrista dijo que "el kirchnerismo viola y va por afuera de las instituciones permanentemente" y sostuvo que "ahora más que nunca, la oposición está unida alrededor de diversos temas, todos en contra de Kirchner. El verdadero Congreso se va a ver luego del 10 diciembre".

En tanto, Solanas aseguró que "nada" le "daría más placer que derrotar a Néstor Kirchner en las urnas en las próximas elecciones" presidenciales de 2011. El cineasta, que quedó segundo en los comicios legislativos en la Capital en junio último, advirtió que el ex presidente "prepara el terreno para su vuelta" a la jefatura de Estado con el proyecto presentado la semana pasada, al que además calificó de "perverso".

El proyecto, según aseveró , "está hecho para evitar la formación de una nueva oposición" como la que encarnaría él mismo.

"Es una reforma política muy perversa, disfrazada de algunos anhelos de la ciudadanía", criticó.

En esa misma línea, el radical Aguad cuestionó "la locura de las urgencias del kirchnerismo" para aprobar el proyecto en el Congreso antes del recambio parlamentario del mes próximo. "No son leyes para entrar y salir del Parlamento, como si el Parlamento fuera una puerta giratoria; esto requiere de estudios, consultas, consensos", señaló el jefe del bloque de Diputados de la UCR y aseveró que "no nos vamos a someter a esta locura de las urgencias del kirchnerismo por sacar antes del 10 de diciembre las leyes que ellos necesitan".

No obstante, Aguad aclaró que una reforma política es "absolutamente necesaria".

Por su parte, el ex ministro Lavagna se preguntó "cómo podríamos estar en contra, por ejemplo, de que el financiamiento de los partidos políticos se haga a través del Estado y no que señores ricos lleguen al gobierno porque tienen plata, al estilo (Silvio) Berlusconi".

Pero cuestionó que "ese tema está mezclado con otra serie de elementos que son negativos, como por ejemplo, que no hay restricciones claras para el Gobierno en materia de publicidad".

Lavagna también mencionó que "lo esencial de la reforma no está: el sistema de boleta única" ya que "sin boleta única, ésta no es una ley de transparencia".

"Ciertamente están proponiendo un cambio muy fuerte. Pero es un cambio sospechoso: este Gobierno, en 2006, eliminó las internas abiertas", recordó.

El diputado Solá, a su turno, objetó el sistema de internas que comprende el proyecto, por considerar que el PJ "hoy es una cáscara vacía que está para aplaudir al Gobierno" y agregó que incluso "es un espacio de discusión de cargos públicos". (DyN)