El chileno Sebastián Lelio -cuya película "Navidad" se estrena el miércoles en Francia, precedida por elogiosas críticas- vuelca en su filme una mirada sobre esa generación nacida "huérfana de utopías", que para encontrarse debe romper "con el lastre" del pasado.
En una entrevista con la AFP en un café de París, Lelio que forma parte de una nueva generación de cineastas que ha puesto a Chile en el mapa del cine internacional - cuenta que su película surgió de un cruce muy especial de vivencias.
Es una especie de "Frankestein", dice. "Navidad" observa un momento en la vida de tres adolescentes que se juntan la noche de Navidad en una casa abandonada, cerca de Santiago. "Son jóvenes nacidos huérfanos de utopías, de sueños colectivos, como es la juventud actual", subraya el joven realizador. "Es una orfandad que puede ser vista como una tragedia.
Pero no lo es, porque eso los obliga a no cargar con el lastre de un pasado que no les pertenece, y a buscar instrumentos para construirse", resume Lelio, que evoca sutilmente en su filme, sólo mediante la música, a la generación anterior que trató de hacer cambios sociales.
"La figura pivotal" de "Navidad" - que se presentó en la pasada edición del Festival de Cine de Cannes, en la sección La Quincena de Realizadores - "es el padre ausente", nota el director. "Chile es un país de padres castradores, mártires o ausentes", señaló Lelio en la entrevista, que se desarrolló en un café cerca de la hermosa residencia en París que el Festival de Cannes pone a disposición de algunos realizadores con suerte.
Subraya que este su segundo largometraje - su primero, "La sagrada familia", se estrenó en el 2005 - es fruto de sus vivencias - familiares y otras - y de las de los ahora adolescentes, que forman parte de "la primera generación que nació después de la dictadura" de Augusto Pinochet. "'Navidad' es un Frankestein: refleja cosas que he vivido, que he visto, que he escuchado, y el inconsciente", dice Lelio, entre sorbos de café.
"Al acabar de filmar, tenía 76 horas de material. Cuando la vi, sentí que tenía el cerebro esparcido, que en la magia del rodaje habían salido tantas cosas". Se dice "maravillado" por el recorrido internacional que hizo ya y que hará "Navidad", y por su próximo estreno en Francia, un "santuario del cine". El filme ha recibido elogios de críticos tan difíciles como los de la revista Cahiers de Cinema, que subraya que el chileno logra crear un ambiente "con una economía de planos y de diálogos notable".
El crítico Nicolas Azalbert, en un artículo publicado en el número de octubre de la revista, subraya que el método de rodaje de Lelio, basado en la improvisación, da a los actores - Manuela Marteli, Alicia Rodríguez y Diego Ruiz-, "un viento de libertad". En la entrevista, el cineasta subraya que él es fruto también de los vientos de libertad que soplaron en Chile tras el fin de la dictadura. "Hubo un renacimiento en el cine, por eso se perfila una generación nueva, muy potente, que emerge sobre todo en el 2005", año que se estrenó "La Sagrada Familia", y otros filmes como "Play" y "En la cama".
"Esas películas reflejaron la emergencia de un nuevo paradigma en el cine chileno", gracias a veinte años de democracia, al surgimiento de una crítica, y sobre todo, a la irrupción de la tecnología digital", destacó. "Hacer cine ya no es tan difícil, y eso nos quita la presión de tener que decir todo y rehacer el mundo con una película", concluyó Lelio, señalando que ahora hay muchos jóvenes haciendo cine en Chile, a los que "los une sobre todo las ganas de hacer cine". Cita, entre otros, a Cristián León ("Ilusiones Opticas") y a Alejandro Fernández Almendras, el realizador de "Huacho", que se estrena en diciembre en Francia. "Y somos nada más que la punta del iceberg", resaltó.
AFP